Abdile Yosite estaba embarazada de 37 semanas. Esperaba una niña y estaba muy ilusionada. Según lo previsto, iba a dar a luz a principios de marzo. Los médicos lograron salvar al bebé milagrosamente después de que la mujer recibiera un disparo en la cabeza este lunes por la tarde, en la localidad castellonense de Vall d´Uixó. La madre no sobrevivió.
Los vecinos del barrio de Carbonaire conocían a la joven lituana de 27 años como "la rubia". Le describen como una joven alegre, ama de casa y de trato cordial. "Solía venir a comprar el pan por las mañanas. Aquí se sentía arropada. Tenía miedo al parto, por el dolor", recuerda la propietaria de una tienda cerca de su casa.
Su familia está devastada. Ahora esperan que el cuerpo sea trasladado al tanatorio de Faura para poder enterrarla. Le están practicando la autopsia. La recién nacida se encuentra en buen estado. Su evolución es favorable. Lo más seguro es que se quede al cuidado de la abuela materna.
Mientras la Guardia Civil investiga lo ocurrido. Adile acababa de salir de su casa con su novio y caminaba por la calle cuando recibió un tiro. Cayó al suelo desplomada. Al llegar la primera patrulla, encontraron a varias personas limpiando el suelo con lejía, algo que les extrañó. Durante la inspección ocular, los agentes de científica recogieron dos casquillos.
Ahora están interrogando a los testigos y allegados. Este miércoles por la mañana han tomado declaración a la madre de la fallecida. "Queremos que se haga justicia y que encuentren a los culpables", decía Juan Carlos, su padrastro, ante los medios de comunicación. La adoptó cuando tenía cinco años, al empezar una relación con su progenitora.
Llevaron corriendo a Abdile al centro de salud del municipio, donde los médicos lograron estabilizarla. Con un hilo de vida, sanitarios del SAMU le trasladaron en una ambulancia de soporte vital avanzado hasta el hospital Clínico Universitario de Valencia, donde ingresó con pronóstico reservado. Le practicaron una cesárea de urgencia. Pero falleció unas horas más tarde.
Según ha confirmado el concejal de seguridad ciudadana, Javier Ferreres, el marido de Abdile y dos primos se habían peleado con otro grupo por la tarde. Al anochecer la reyerta se repitió. La víctima había intentado apaciguar los ánimos y mediar entre los implicados.
Según las primeras hipótesis, se produjeron dos disparos. Creen que una bala perdida pudo impactar en la cabeza de la mujer, ocasionándole una muerte cerebral. La delegada del Gobierno en la Comunitat Valenciana, Pilar Bernabé, ha señalado que la reyerta se produjo entre "miembros de una misma familia muy numerosa". Las declaraciones de los testigos son contradictorias.
Algunos mantienen que el autor iba a bordo de un BMW de color blanco que circulaba a gran velocidad, abrió la puerta, se bajó y después de dispararar se dio a la fuga, algo que los investigadores descartan en un principio. Se centran en la disputa entre miembros de la misma familia. Otros testigos señalan que viven en el mismo barrio, a pocos metros y que la pistola cayó al suelo y se disparó sola. Deberán determinar si fue un homicidio intencionado o accidental.