Con lágrimas en los ojos, Hellen recuerda los 12 años que pasó con ellos Menut, un westie blanco que pasó con ellos 12 años y que perdieron hace unas semanas. "Lo rescatamos de una protectora cuando tenía cinco años. Había sufrido maltrato de su anterior dueño y nos costó que confiara en nosotros, pero cuando lo conseguimos se convirtió en parte de nuestras vidas" relata.
A unos metros, Mónica ha traído flores y arregla la tumba de sus dos perros, Jackie y Xena, fallecidos con a penas tres meses de diferencia este mismo año. "Para mi son como mis hijos, son parte de la familia. Hacen mucha compañía y cuando llegas a casa y no están es muy duro, los echas mucho de menos", asegura.
Como Hellen y Mónica, decenas de personas han acudido este lunes al cementerio de mascotas Sena, en Montserrat (Valencia), para rendir homenaje y recordar a sus añorados animales.
En 1.997 abrió sus puertas el cementerio de animales Sena, uno de los tres que existen en España, para ofrecer un lugar donde poder visitar y recordar a las mascotas que han pasado por la vida de miles de personas.
Perros y gatos, pero también conejos, tortugas, hamsters, loros e, incluso, un toro descansan para siempre en sus tumbas, donde acuden los que fueron sus amos. "Es un lugar mágico donde hay mucho sentimiento", asegura Mª Dolores Cortés, responsable del camposanto.
En total, en este lugar idílico en medio de un tupido bosque, descansan casi 4.000 animales. "Queríamos tener un sitio donde poder visitarlos, recordarlos y estar con ellos. Venimos muchos jueves y algún domingo a verlos, es muy especial", asegura Mónica.
Marisol también viene muy a menudo. En este cementerio tiene enterrados dos perros, cuatro gatos, un conejo y un hamster, aunque de todos, al que nunca olvida es a Jackie. "Para mi lo fue todo y siempre lo tengo muy presente, aunque ya hace casi diez años que murió", cuenta entre sentidas lágrimas.
En un día tan especial como el de Todos los Santos, los responsables han organizado varias actividades para celebrar las vidas de estas mascotas.
Cada visitante podía escribir el nombre de sus animales en unos pequeños corazones para depositarlos en sus tumbas.
Un día de muchas emociones, amenizado con un concierto de violonchelos, en el que se ha realizado una suelta de globos, en los que los propietarios mandaban un mensaje a sus mascotas que siguen muy presentes. "Solo quién ha tenido un animal sabe lo que pueden llegar a significar", asegura Mª Dolores Cortés.