Las carreras de Joies vuelven a Pinedo: duelos a caballo sin montura ni espuelas sobre la arena de la playa
Después de tres años de ausencia, se recupera esta tradición con 160 años de historia
En esta edición compiten 12 caballos montados por cuatro amazonas y ocho jinetes
El vencedor se lleva la Joia, un pañuelo de seda sobre una corona de laurel
Equilibrio, fuerza y corazón. Son los atributos necesarios que jinetes y caballos deben atesorar para competir en las carreras de Joies.
Una tradición con 160 años de historia, cuando en los pueblos de la comarca de l´Horta Sud de Valencia, los agricultores se enfrentaban con sus caballos de trabajo en espectaculares duelos en las huertas para determinar cuál era el más rápido.
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Desde hace décadas, las carreras solo se celebran en Pinedo. De las huertas, pasaron a una pista de arena situada junto a la iglesia del pueblo y de ahí llegaron a la playa de la Creu de la Conca.
Después de tres años de parón, por problemas de permisos y la pandemia de Covid, les Joies vuelven a recuperar toda su emoción.
En esta edición, que se celebra hasta este sábado, compiten doce caballos, montados por cuatro amazonas y ocho jinetes. 700 metros de pura adrenalina sobre la arena de la playa, en la que los participantes montan a pelo, sin montura ni espuelas. "Tienes que tener mucha fuerza y confiar ciegamente en tu caballo. Se crea un vínculo muy especial con él", explica Vera Piquer, que compite a lomos de Lluvia.
Duelos en busca de La Joia
Todos los competidores se enfrentan en duelos uno contra uno para dilucidar mediante una liguilla que caballo es el más rápido de todos. El vencedor se lleva la Joia, un pañuelo de seda sobre una corona de laurel.
Uno de los favoritos es un recién llegado, Rafa Martínez, que corre con Xaloc. Conocido como "el Negre", el jinete local tuvo el honor de imponerse en el primer duelo. "Ha sido muy emocionante. Es una promesa que le hice a mi padre antes de morir y es muy especial para mí".
Entre los aspirantes, encontramos a Noelia, una joven amazona de 15 años, que corre con Ícaro. "En mi caso no se trata de ganar. Venimos para disfrutar de cabalgar en la playa y porque a Ícaro le gusta mucho el mar y le encanta mojarse con el agua".
Antes de participar, cada caballo es sometido a una revisión para comprobar su estado de salud. "Vemos si están en estado óptimo. Comprobamos si están bien del corazón y si no sufren ninguna cojera que les impida cabalgar por la arena", explica José Javier Izquierdo, veterinario.
Para que puedan descansar y refrescarse después de cada duelo, se ha habilitado una zona donde los equinos pueden beber y reposar bajo la sombra.
Éxito de público
En su regreso, las carreras de Joies han estrenado una nueva condición como Fiesta de Interés Turístico Provincial y han contado por primera vez con una subvención pública para devolverle su antiguo esplendor.
Una apuesta a la que el público ha respondido, asistiendo a las diferentes pruebas que se celebran por las tardes, entre las 18:00 horas y las 20:30. "Hay muy buen ambiente y es espectacular ver a los jinetes montando a pelo sobre los caballos sobre la arena", afirma un asistente.
Después de dos días, en los que se han celebrado los primeros duelos, las carreras de este viernes y el sábado, serán decisivas para coronar al vencedor de esta edición tan especial.