Martin Stehlik, de la República Checa, pensaba que sus vacaciones en la paradisíaca Nueva Zelanda, dónde reside su tío George Plesky, sería unos días de descanso que no olvidaría en la vida. Seguramente este era uno de los pensamientos que le rondaba por la cabeza cuando caminaba tranquilamente por la playa de Ruakaka, cuando a cierta distancia divisó una extraña figura negra varada sin vida en la playa. Sin pensarlo, corrió hacía ella y descubrió un cuerpo que si bien se parecía a un tiburón, la desconocía por completo.
"Fue tan extraño y nunca había visto algo así antes, con su larga cola y su grandes ojos negros. Era muy inusual" declaró al medio local The Northern Advocate. Su reacción es normal, ya que se trata de una especie de escualo que habita las profundidades marinas, cuyo nombre es tiburón zorro y que caza en alta mar aturdiendo a sus presas con su cola.
Sobrino y tío no dudaron en hacerle fotos al especimen que llegaron a manos del Departamento de Conservación del país que tomaron muestras del cadáver, aunque, a pesar de ello, se desconoce las causas de su muerte, ya que no hay signos de un gancho o redes.
Ante el revuelo formado por el descubrimiento, Clinton Duffy, experto en tiburones del departamento, ha tranquilizado a la población al declarar que esta especie es "inofensiva" para los seres humanos "por la pequeña boca y dientes que tienen". Aún así, el turista se llevará a su país natal un susto que no dudará en contar a amigos y vecinos.