Farolillos en los balcones, vecinos con sus mejores galas, y un coche del ayuntamiento amenizando con su música, lo que el alcalde llama la 'Feria del confinamiento´. Así celebran los vecinos de Zahara de la Sierra, en Cádiz, su particular batalla contra el coronavirus. Una batalla en la que van ganando. A día de hoy, este pequeño pueblo de 1500 habitantes no ha tenido un sólo contagio.
"Todos los fines de semana hacemos una animación musical, empezamos a las siete de la tarde y terminamos a eso de las once de la noche", explica Santiago Galván, alcalde de Zahara de la Sierra. "Ayer tocó feria y estaba casi todo el pueblo. Yo me quede muy sorprendido. Quizás fue el día en el que más se ha volcado la gente".
Una feria para hacer más llevadero un confinamiento, que ha tenido repercusión en todo el mundo. No han tenido ningún caso de Covid-19. Su historia, la toma de Zahara por los nazaríes fue el origen de la guerra que llevó a la toma de Granada en 1492, y su espectacular belleza, han hecho el resto. Muchos medios internacionales han fijado su atención en esta localidad gaditana.
"Es una auténtica locura mediática", dice su alcalde, Santiago Galván. "Ha habido días que he estado prácticamente sin dormir, haciendo una entrevista en Asia, luego Nueva Zelanda, Canadá, Estados Unidos, India. Las llamadas de otros países se han convertido en algo normal. Los compañeros de gobierno me dicen bueno, ¿hoy qué?, ¿Argentina en directo?.
La llamadas, las peticiones de entrevistas, parten de un número, el cero, porque ese es el resultado del pueblo, en su particular partido contra el virus.
"Hombre, hay muchos más municipios en España con cero casos", reconoce el alcalde. "Pero la información de CNN, que llegó a más de cien países, hizo que empezaran a llamarnos para ver cómo lo habíamos hecho. Siempre les explicamos lo mismo, nuestra situación geográfica en una montaña, el hecho de haber podido dejar un sólo acceso al pueblo, la desinfección de calles y coches. Todo eso les ha llamado mucho la atención".
Tanta, que el alcalde reconoce que algunos vecinos se han mostrado preocupados, por la llegada de tantos medios a la localidad.
"Me llegó cierta preocupación, algunos vecinos me dijeron, oye alcalde, que esto está muy bien, pero que dejen de venir tantos medios" cuenta Santiago Galván. "Les tuve que explicar que la gran mayoría se han quedado fuera, y que cuando entra alguien yo, personalmente, le acompaño tomando todas las medidas de seguridad".
¿Y ahora qué?, con el pueblo convertido en un ejemplo, el ayuntamiento piensa ya, como todos, en la desescalada. Quieren hacerlo tan bien como lo han hecho hasta ahora. Son un pueblo que vive del turismo, pero primero la salud.
"Queremos hacerle test a toda la población, y luego, si nos lo permiten, comprar test rápidos y hacérselos a la gente que quiera venir al pueblo, a la entrada", explica el alcalde. "Si los turistas pasan el test, estaremos todos más tranquilos, ellos, y los que les sirven aquí".
Y aunque será difícil que en agosto puedan celebrar la feria del pueblo, el objetivo es que no se vuelva a repetir la feria del confinamiento.