Muchos niños ya no quieren ser pilotos, policías ni futbolistas. Tristemente, quieren ser youtubers. Ellos ven en estos jóvenes una imagen de éxito rápido y son conscientes de la cantidad de dinero que pueden llegar a ganar.
Es por esto que cada vez son más los casos de youtubers que comienzan a subir vídeos aún siendo muy jóvenes. Este es el caso de Pino. Más de un millón de personas le siguen en su canal de YouTube. "A la gente le encantan mis vídeos, me piden fotos, autógrafos..." nos explica este joven de 11 años.
Y es verdad, entre los pequeños los youtubers provocan entusiasmo. El 73% de los menores españoles acceden a esta plataforma. Su entretenimiento resulta rentable, pero en el caso de los más jóvenes sus padres son los que deberán gestionar sus ingresos, además de vigilar que en ningún caso esto se convierta en un trabajo.