La pandemia restringe actividades y nos lleva a una normalidad nunca antes vivida, pero no puede con la magia de la Navidad y sus esperados reencuentros.
Felicidad, emoción y alegría es lo que se ha vivido hoy en aeropuertos y estaciones de tren, donde familiares y amigos aguardaban la llegada de sus seres queridos. Mascarillas, distancias de seguridad y menos besos y abrazos de los deseados, pero toda la ilusión del mundo por volvernos a ver.
Las restricciones por la pandemia han aumentado los nervios por volver
Muchos nervios, que este año se han intensificado por las nuevas restricciones de última hora. Da igual el tiempo, las ausencias se han hecho eternas. Demasiados años, meses... demasiado tiempo, que se olvida de un plumazo cuando vuelves a ver y abrazar a los tuyos.
Planes sencillos, pero reconfortantes, como simplemente cenar con la familia en una noche tan esperada como especial.