En San Vicente de Raspeig, en Alicante, todavía se están recuperando del susto que sufrieron en plena procesión. Los costaleros bailaban a la Virgen de los Dolores en el encuentro con Jesús de Nazaret, pero cuando la estaban bajando a hombros, la talla cayó sobre un nazareno. La caída milagrosamente no le produjo ningún daño. La sujeción de la talla al trono fue la causa del accidente. Lo extraño es que no haya pasado antes porque la imagen solo estaba encolada. Para sus devotas sin duda ha sido un milagro. A las ocho de la tarde la Virgen de los Dolores volverá a recorrer las calles de San Vicente de Raspeig para honrar ésta vez a sus vecinos.