La primera víctima de la violencia machista fue Rebeca, una joven de 26 años madre de una niña que se queda huérfana. Su asesino, un hombre de 29 años con el que mantenía una relación sentimental en crisis, que la mató a puñaladas en su casa de Laredo (Cantabria).
La segunda asesinada fue Leonor de Fuengirola, que se había separado de su verdugo desde hacía tres meses. El hombre, de 50 años la mató acuchillándola repetidamente delante del hijo adolescente de ambos, al que también hirió cuando este intentó defender a su madre.
El tercer crimen machista de 2019 fue el de Romina que desapareció en día de Año Nuevo en Costa Teguise, Lanzarote. Recién casada ya había contado a su familia que su marido le pegaba. El hombre, ahora detenido, mantiene su versión de que la encontró muerta y se asustó por lo que la quemó y tiró sus restos al mar.
La cuarta asesinada es una anciana de 95 años golpeada por su marido en una residencia de León. Malherida fallecía tres días después en el Hospital Comarcal del Bierzo de Ponferrada.
La quinta mujer víctima de la violencia machista, Stefanie, apareció muerta en su chalé de Llucmajor (Mallorca), mientras su pareja apareció ahorcado en el pasillo. Su nombre no ha trascendido a los medios. La Guardia Civil sostiene que el hombre la habría matado antes de suicidarse, después de encontrar una nota en la casa en la que el asesino confesaba su crimen.
La sexta mujer muerta del año fue encontrada este miércoles con heridas de arma blanca en una zona de campo de Meco (Madrid). Tenía 25 años y todavía se investiga quién pudo asesinarla mientras paseaba a sus perros.
Este viernes, un hombre que ya había matado a tiros a su pareja en 2003, ha asesinado a otra mujer, Rebeca Santamalia, en Zaragoza con la que estaba casado y que era la abogada que lo defendió durante el proceso por el anterior crimen machista. Este reincidente se suicidó pocas horas después de su crimen.