El presunto violador en serie de Gipuzkoa, que se enfrenta desde este lunes a su primer juicio por una agresión sexual que ha admitido haber cometido en Beasain en 2019. Las pruebas reunidas contra G.G.C. no le han permitido negarlo, aunque se ha justificado diciendo que en esa época se drogaba y bebía mucho por lo que no recuerda.
El hombre, de 37 años, fue detenido en Lazkao, el 20 de julio de 2019 acusado de la violación de una mujer en Beasain y la investigación terminó vinculándolo a otras agresiones sexuales cometidas en Gipuzkoa desde el 2012.
Entre la Fiscalía, la acusación particular que ejerce la víctima y la Asociación Clara Campoamor, que actúa como acusación popular piden 24 años de prisión a G.G.C: 15 años por un delito de agresión sexual, tres por un delito de lesiones y otros seis años por detención ilegal de la víctima.
El 13 de julio de 2019 G.G.C esperó a la víctima en el rellano del edificio donde vivía, cuando esta salía de su casa a las 2.10 horas para trabajar. La abordó por la espalda y la empujó dentro de su apartamento, mientras le aplicaba un paño con cloroformo sobre la cara, según recoge el escrito de acusación particular de la Fiscalía.
El hombre, según este documento iba "vestido de negro, con la cara tapada con un pasamontañas y portando guantes y botas de estilo militar". La mujer se despertó en su cama con el agresor junto a ella y los pantalones bajados.
El hombre, de origen rumano, que hoy se ha sentado en el banquillo, ha confesado ser el autor de esta agresión sexual cometida, aunque ha asegurado que no recuerda los hechos. "No puedo negarlo, lo reconozco. Sí, lo confieso, aunque no me acuerdo, pero confieso. No puedo engañar a la justicia ni a los exámenes", ha declarado.
El juicio ha comenzado este lunes y se prolongará dos semanas, hasta el próximo 4 de febrero. Una vista larga debido a los numerosos testigos y también a los peritos de la Ertzaintza citados por el tribunal.