Joseph McCann, de 34 años, es un depredador sexual especialmente depravado que está siendo juzgado en el Old Bailey de Londres por violaciones múltiples y secuestro que involucran a once víctimas en tan solo tres días entre abril y mayo de este año. Entre sus víctimas está una mujer a la que ató con un cable eléctrico a la cama y a la que obligó a escuchar los gritos de su hija de 17 años y su hijo de 11 mientras violaba a ambos en la habitación contigua. Horas después de ese ataque, McCann secuestró a una mujer de 71 años y a una niña de solo 13 en el coche del pensionista para agredirlos sexualmente.
El fiscal, John Price, explicó que una de las presuntas víctimas, una mujer de 25 años, fue secuestrada mientras se dirigía a su casa, al este de Londres, después de la medianoche del 25 de abril. "La arrastró a un coche cercano, donde la metió y se marchó”, dijo el fiscal, quien relató que la mujer fue violada “muchas veces” durante las siguientes 14 horas y sometida a actos de “depravación y violencia impactantes”. McCann la obligó a llamarle "papá" y decirle que era una niña. Luego la llevó a los exteriores de una escuela, donde la violó otra vez.
Ese mismo día, mientras la víctima continuaba prisionera, McCann habría secuestrado a una mujer de 21 años junto con su hermano menor. Las dos mujeres lograron escapar tras los abusos, gracias a que el niño de 11 años golpeó a McCann con una botella de vidrio.
En total, se le acusa de 37 cargos, entre ellos, siete de violación, un cargo de violación de un niño, siete cargos de secuestro y otros cargos a causa de su depravación sexual contra las víctimas. El desafiante violador múltiple culpa de todo a la policía: "Si me hubiesen atrapado durante los dos primeros, el resto no habría sucedido".