Se vestía de hombre en casa o llevaba a amigas para que la acompañara y evitar que su padre la violara o le realizara tocamientos. Es la realidad que vivió una niña de 12 años que se quedó con su padre tras el divorcio. Este jueves la Audiencia Provincial de Málaga ha condenado al hombre a 10 años de cárcel y a una multa de 5.000 euros.
El horror vivido por esta chica, que ahora tiene 19 años comenzó poco después de la separación de sus padres. Era una niña y vivía con su progenitor en un pequeño estudio en Málaga. Una madrugada el padre se acercó al sofá donde ella dormía y tras desnudarla la violó. Es el relato de la joven que durante años soportó en silencio su infierno. Pasaron años antes de que tuviera el valor para denunciar a su padre, según ha publicado Diario Sur.
A esa primera violación le siguieron otras agresiones, una en casa de sus abuelos, padres del violador, en 2013. La niña dormía en la planta de arriba de la casa con su padre cuando este de madrugada entró en su habitación y abusó de ella. A pesar de sus gritos nadie la escuchó, según relató ante el Tribunal.
El último abuso ocurrió en 2016 cuando la víctima, que entonces tenía 16 años vivía en otro piso con su padre. El hombre entró en su habitación sin pantalones y trató de abusar de ella, porque según dijo "tenía derecho a hacer con ella lo que quisiera que era su hija".Fue la última noche que pasó con él antes de contarle todo a a su madre y denunciarlo. Tuvo el valor de grabar todo lo que dijo su padre mientras la insultaba a ella y a su madre.
La Audiencia Provincial ha escuchado el relato de la joven considerando que "consistente" y "solvente", además de que su declaración no está contaminada por móviles de resentimiento, venganza o enemistad. Así lo ha explicado antes de emitir su sentencia a 10 años de prisión por un delito de agresión sexual y otro de abuso sexual.
El condenado no podrá acercarse durante 12 años a su hija, a la que tendrá que pagarle 5.000 euros en concepto de daños morales.