A los mandos del volante, entre la tragedia y la felicidad solo media una decisión: cumplir con las más básicas normas de seguridad en un vehículo. Comienza el puente de la Constitución y el Real Automóvil Club de España (RACE) y Goodyear nos muestran en un vídeo cómo decisiones tan sencillas como usar el cinturón de seguridad, ir bien sentados o llevar a los menores en sus dispositivos de seguridad marcan la diferencia entre una aventura para recordar o una desgracia de la que culparnos durante toda la vida.

Es solo un banco de pruebas en la que un vehículo transporta a tres maniquíes. Quizás un padre o una madre al volante, el hijo adolescente en el asiento del copiloto con las piernas sobre el salpicadero y, detrás, el otro progenitor con el bebé en brazos porque no para de llorar. No se trata de una imagen muy diferente de la que vemos muchas veces en las carreteras españolas y por eso el RACE y Goodyear quieren concienciarnos de la importancia y las consecuencias de nuestras decisiones al montarnos en un vehículo ya que un accidente a 56km/h puede ser mortal si los ocupantes del vehículo viajan de forma incorrecta.

Según estas dos organizaciones, el error más habitual es el de viajar con objetos sueltos dentro del habitáculo (51 %), seguido por el empleo recostado del respaldo (10 %), los malos usos del cinturón de seguridad (entre un 2 y un 16 %) y la ubicación de las piernas sobre el salpicadero del vehículo (5 %).

Para el conductor: la presión ejercida por el ocupante trasero supera las dos toneladas. Las aceleraciones de cuello y cabeza superan los niveles máximos, haciendo el choque incompatible con la vida.

Para el copiloto: la compresión del tórax supera el doble del límite tolerable por una persona, con causa mortal. La cabeza del maniquí golpea contra las piernas, y también supera los niveles máximos. Las piernas, por su parte, rompen la luna delantera, con daños graves.

Para el ocupante trasero: la fuerza que proyecta el adulto es de 3,5 toneladas métricas, aplastando al bebé contra el asiento delantero, primero, y al conductor contra el volante, a continuación. Durante la fase de rebote, el ocupante vuela por el habitáculo, se golpea también contra el techo y finaliza el impacto sobre el cuerpo del bebé. Las consecuencias son también fatales.

1. Llevar siempre puesto el cinturón de seguridad, independientemente del tipo de vía, de la plaza utilizada o distancia que se recorra.

2. Ajustarlo ceñido al cuerpo, evitando ropas gruesas.

3. Nunca quitarse la banda diagonal: el cinturón de dos puntos (el habitual) pierde eficacia protectora y puede a ocasionar lesiones de gravedad.

4. Hacer coincidir en altura la parte superior de la cabeza y el reposacabezas. La parte posterior de la cabeza debe quedar a unos 4 cm.

5. Colocar el respaldo del asiento con una inclinación máxima de 90 º + 25 º. Recuerda que, cuanto más vertical, más seguro.

6. La postura ideal es aquella en la que, con la espalda bien apoyada en el respaldo y con el brazo extendido, la muñeca llegue a apoyar sobre la parte superior del volante.

7. Como conductor, sitúate a una distancia mínima de unos 30 cm (aprox. un folio) del volante.

8. Como copiloto, nunca colocar los pies en el salpicadero: airbag y cinturón pierden su funcionalidad y provocan mayores daños.