Vera tiene 81 años y vive en una vivienda calcinada. La casa ardió casi por completo en un incendio en el que falleció su pareja, Rogelio. Llevaban 20 años unidos, con su amor vivo entre esas cuatro paredes. Vera perdió ese día a Rogelio y su casa. Ha pasado un mes desde ese incendio fortuito que ha marcado a fuego la vida de Vera. Ella malvive en la única habitación que respetó el fuego. Vera no ha dejado su casa. Vive aquí, entre recuerdos perdidos, escombros, y olor a humo. Un plástico separa el salón de la terraza. Se ducha en casa de una amiga y come gracias a vecinos y servicios sociales. Hoy mismo el Ayuntamiento de Torremolinos le ha ofrecido un hostal hasta que todo se arregle.
Ahora Vera confía en que la aseguradora se haga cargo de la reparación de la casa. De momento, le han puesto una puerta nueva y prometen que acudirán a limpiar. Pero el seguro está a la espera de que se aclare la situación de la vivienda ya que, aunque Rogelio le dejó el usufructo a Vera en su testamento, hay un socio del hombre que reclama la propiedad.
Sin electricidad y aun oliendo a humo, Vera vive en la única habitación de la casa que las llamas respetaron durante el incendio en el que murió su pareja, Rogelio. La mujer, de 81 años, explica que la puerta estaba cerrada, por lo que la habitación pudo salvarse. Y es en ese espacio en el que duerme, calienta la comida que le traen de un comedor social y pasa los días.
El incendio ocurrió hace un mes y desde entonces no ha tenido noticias del seguro y no sabe qué hacer. "Yo no tengo familia no tengo dónde vivir mi pensión no tengo nada", cuenta.
Mientas tanto, Vera ha estado viviendo esquivando los escombros, conviviendo con las cenizas y los pocos recuerdos de su pareja a la espera de que el seguro, al menos, venga a limpiar. Hoy mismo el Ayuntamiento de Torremolinos le ha ofrecido un hostal hasta que todo se arregle.