Los pasajeros de un autobús en Norilsk, Rusia, tuvieron que soportar un viaje en un autobús que tenía los cristales rotos. En medio de una ventisca aguantaron el trayecto de más de 40 minutos a 26 grados bajo cero.
En esta ciudad Rusa del Círculo Polar Ártico aguantan, como pueden, la gélida embestida de un clima subártico. Están en medio de una ventisca que los está convirtiendo en muñecos de nieve. Se dirigían al trabajo por primera vez desde Año Nuevo. La escena es grabada por uno de los pasajeros que está al final del autobús. Además de sus palabras el silencio y las cabezas bajas del resto.
En esta ciudad con más de 170 mil habitantes se encuentran los yacimientos de níquel más ricos del mundo. También es una de las ciudades más contaminadas del planeta y en invierno se queda prácticamente aislada cuando los termómetros bajan sus temperaturas hasta 50 grados bajo cero.