Éste es el tremendo agujero que se encontraron al volver de vacaciones, más de 50 cms de boquete en la pared por el que los vecinos acceden a su casa. En la de al lado se encuentran ahora todas sus pertenencias robadas. Les quitaron incluso un aparato sanitario con el que alimentan a su bebé. Una situación que para todos los vecinos resulta insostenible, porque la suciedad y la ocupación se han normalizado en este bloque hasta el punto de haber arruinado cualquier intento de convivencia.