Los vándalos se van de safari: a lomos de un elefante en un parque de San Roque

  • El ayuntamiento de San Roque instala cámaras de seguridad para evitar las acciones de los gamberros

La fotografía que colgaba el pasado día cuatro en Facebook el alcalde de San Roque, el socialista Juan Carlos Ruiz Boix, podría titularse Sin Palabras. Tres adultos se encaraman a uno de los animales que pueblan el parque Miguel Ángel Blanco, de San Roque, recién inaugurado, mientras otros contemplan la escena y la inmortalizan, desde otro ángulo, con su móvil.

Una escena incívica, que puede acabar con el animal de fibra de vidrio destrozado, y sus tres jinetes en el suelo. "Yo estaba ahí, donde están los animales, y había cuatro o cinco montados. Digo, hay que ver que no puede durar nada", cuenta una vecina, que pasea en esta mañana de marzo junto al parque. "Había unos pocos subidos en el elefante.

"Eso no esta bien. Si acababan de abrirlo hace unos días", apostilla. Y es que algunos han decidido usar el nuevo parque, repleto de grandes esculturas de animales, como un vandálico safari. Las fotos en las redes subidos a lomos de algún animal delatan a los infractores. Otros destrozos, como el sufrido por un juego interactivo para niños, permanecen por el momento anónimos.

"El juego interactivo de colores para niños me parece una gran acierto. Vale para ejercitar la memoria. No he visto nada así en ningún lado", dice un chaval de dieciocho años que se ejercita con él. "Aunque hay carteles para no subirse a la gente le ha dado igual, sobre todo los primeros días. Me parece una vergüenza, pocas cosas así tenemos en San Roque"

"Aunque hay carteles para no subirse a la gente le ha dado igual, sobre todo los primeros días. Me parece una vergüenza"

Un poco más allá una madre fotografía a su hija junto a un gorila inmóvil, después de corregirla por haberse subido a la tortuga. "Es un parque muy bonito", dice, mientras vigila que la pequeña no vuelva a las andadas. "Pero claro, es muy difícil impedir que los niños jueguen con los animales, quieran tocarlos, subirse en ellos".

No son los niños los que preocupan, preocupan algunos mayores. Tanto que tras el accidentado comienzo del parque, las cámaras de seguridad mencionadas por el alcalde cuelgan ya de algunas farolas. No se sabe si en funcionamiento, porque el alcalde no ha querido hacer declaraciones a NIUS. Si las hace la oposición.

"No basta con la indignación del alcalde", cuenta Marina García del PP de San Roque. "Todos rechazamos lo que está sucediendo, pero vista la expectación que ha levantado el parque, se podía haber reforzado la seguridad con nuestros propios efectivos. Se podía haber previsto. Ahora hay que solucionarlo con urgencia, y si tiene que poner más efectivos, que lo haga"

"Desde que se ha puesto nosotros hemos pensado: esto lo van a destrozar", afirma Mayte García de San Roque 100x100. "Pero también es verdad que la gente tiene que ser un poco cívica".

"Desde que se ha puesto nosotros hemos pensado: esto lo van a destrozar. Pero también es verdad que la gente tiene que ser un poco cívica".

Mientras lo dice, una señora de noventa años, acompañada de su hija, accede al parque.

“Con noventa años le he dicho a mi hija que me traiga para que yo lo vea. Si me subo en cualquier cacharro pues me subo”, afirma sonriente, mientras su hija la corrige. “No se puede uno subir, mamá, el alcalde lo ha comentado, que había tres grandullones subidos en el elefante, y para algo que tenemos bonito...”

Y es que hay indignación. No es la primera vez que los parques de San Roque sufren los efectos del vandalismo.

"!Hay muchos cafres y se van a llevar hasta los maceteros, o los animales, porque en este pueblo, vamos...", lamenta otro vecino.

Ajenos a la polémica, los animales que componen esta especie de Arca de Noé del Estrecho, descansan sobre el césped. Son sólo esculturas. Si fueran de verdad, probablemente los vándalos se lo pensarían antes de subirse en ellos.