Los dirigentes de la Universidad Rey Juan Carlos han sacado la artillería pesada para recuperar la reputación perdida en los últimos meses.
Las dudas sobre la validez de los títulos obtenidos por Cristina Cifuentes, Pablo Casado, Carmen Montón ha llevado al borde mismo del precipicio a esta joven universidad madrileña.
El rectorado inició una investigación que aún sigue abierta y que ha llevado a esta institución a clausurar el polémico Instituto de Derecho Público que gestionaba el catedrático Enrique Álvarez Conde.
Epicentro toda la polémica, la investigación ha puesto de manifiesto las innumerables irregularidades y falta de control del mismo, algo que ha llevado a proponer un cambio en la forma de gestionar los títulos de postgrado.
Paralelamente, los profesores han comenzado a unirse para intentar revertir la imagen de unos docentes más preocupados por hacer caja con los másteres que en garantizar la calidad de los mismos.
Frente a ellos, los alumnos han iniciado una serie de movilizaciones en las que exigen dimisiones en la cúpula de la universidad.
Consideran que el problema de la URJC es que su estructura "está podrida" y reclaman una profunda depuración "que echen a los corruptos de la universidad", han exigido.
Los expertos piden "reflexión y cambios"
El trabajo que tiene por delante es complicado dada la magnitud del problema. Expertos en imagen tienen claro que la URJC "está muy tocada" tras estos escándalos.
Nuria Padrós, CEO de Ogilvy PR, apuesta por "un ejercicio de honestidad y voluntad de reparación y cambio" si se quiere de verdad recuperar la "reputación dañada" de esta universidad, algo que "cuesta mucho reparar".
No hay recetas mágicas pero sí medidas que son de sentido común. Muchas de estas medidas suponen "cambios y frentes de mucho calado", asegura. Algo que ha de surgir tras una reflexión interna y que para Padrós, deberá llevarles "a una revisión de sus procesos que creo que han fallado".
Este mirar hacia dentro y reconocer los errores debería llevarles, según esta experta a "un ejercicio muy honesto de transparencia en dónde se reconocieran las irregularidades que ha habido y aflorar todo lo que tuviera que aflorarse".
La reputación de una compañía cuesta mucho de recuperar y solamente se recupera con un ejercicio de honestidad y voluntad, insiste.
Cambio de nombre
La Universidad Rey Juan Carlos se enfrenta también al problema de su nombre. Muchos han sugerido la posibilidad de un cambio de nombre que aleje la crisis de marca. Pero Padrós no cree que esta solución ayude.
"Un solo cambio de identidad no sirve para resolver un problema de tanto calado" asegura, pero no descarta esta medida como parte de la solución, "lo que no descarto y tal vez lo estén analizando es que al final de toda la transformación y reflexión profunda que tiene que hacer, igual llegan a la conclusión de que un ‘rebranding’ les puede ayudar a culminar el proceso".
La quiebra no afecta a sus alumnos
En medio de toda esta crisis los alumnos de la Rey Juan Carlos se pregunta por la validez y reputación de sus títulos. Muchos creen que, a partir de esta polémica, sus títulos se han depreciado en el competitivo mercado laboral.
La CEO de Ogilvy PR, no cree que este problema afecte a los estudiantes siempre y cuando sus títulos sean el resultado de su trabajo.
Para alivio y consuelo de los estudiantes graduados en la URJC, su empresa "sí les contrataría. Sin ninguna duda". El único requisito que exige es que han de demostrar "que tiene las aptitudes necesarias para el puesto.
Padrós está convencida de que "la mayoría de estos estudiantes, el 99 por ciento de ellos se han dejado las pestañas para sacarse sus títulos".