La única superviviente a una matanza familiar en Texas cuenta cómo se hizo pasar por fallecida para salvarse
Cinco años después ha tenido lugar uno de los juicios en un juzgado de Houston
Durante la sesión, la joven ha relatado el episodio de "terror" que vivió en el asesinato múltiple
El abogado del autor de los hechos alega que "sufre una enfermedad mental grave"
Cassidy Stay fue la única persona que sobrevivió a un ataque armado por parte de su tío que se cobró la vida de sus padres y sus cuatros hermanos en Spring, Texas (EE.UU) hace cinco años. La superviviente de aquel fatídico 9 de julio de 2014 ha prestado declaración recientemente en un juzgado de Houston contra su familiar y autor del asesinato múltiple Ron Haskell.
Según ha podido comprobar el diario Houston Chronicle, la joven que tenía 15 años en el momento que ocurrió la masacre, ha señalado que su tío invadió el domicilio a punta de pistola aprovechando que sus padres estaban fuera. En ese momento ató a sus cuatro hermanos (dos niños y dos niñas), de entre 4 y 13 años, y esperó a que llegasen sus progenitores aparentemente "tranquilo" para hacer lo mismo con ellos, según la superviviente.
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El autor acababa de divorciarse
Cuando emprendió el asesinato múltiple, el hombre se había divorciado recientemente de la hermana de la madre de Cassidy, y acudió supuestamente para que le dijeran el paradero de su exesposa, Melanie.
Cassidy aguardó junto a los cuerpos amarrados de sus hermanos y envuelta en terror hasta que finalmente llegaron sus progenitores. Era la última vez que los vería probablemente con vida y no podría despedirse.
"Yo estaba tratando de apelar a su humanidad. No pensé que alguien lastimaría a los niños si supiera sus nombres y cuántos años tenían", indicó la joven.
Sus padres fueron abatidos y una bala rozó el cráneo de Cassidy
Cuando la madre de Cassidy, Katie, y su padre Stephen regresaron a casa, su tío Roonie empezó a ejecutar a toda la familia. Allí ordenó a los menores a permanecer en la sala de estar, hasta que los tumbó boca abajo y les disparó a cada uno en la cabeza.
La bala que se dirigía a Cassidy, sin embargo, rozó su cráneo, resultando herida y logró sobrevivir al fingir que estaba muerta.
"La habitación olía a sangre. El ambiente era muy cargado", recordó Cassidy durante su testimonio en el juzgado durante los minutos que tuvo que hacerse la muerta.
Una vez que el autor abandonó el domicilio y sustrajo varios de los teléfonos móviles de las víctimas, Cassidy llamó apresuradamente a los servicios policiales para alertar de lo ocurrido y denunciarlo.
Los fiscales dicen que la familia fue víctima de la venganza de Ron Haskell por ayudar a Melanie a separarse de él, mientras que su defensa alega a que su cliente sufría de una enfermedad mental grave y en el momento de la masacre no era capaz de distinguir el bien del mal. Por ello, Haskell podría enfrentarse a la pena de muerte si es declarado culpable.