196 ucranianos esperan destino en el centro de acogida de refugiados de Pozuelo: "Tenemos que empezar de cero"
Familias con niños han tenido que esperar en la calle porque nadie les atendía en el centro
El ministro del Interior ha señalado: "En una semana hemos otorgado mas de 5.800 resoluciones de protección temporal"
196 ucranianos esperan en el centro de refugiados de Pozuelo de Alarcón:
Masha tiene 5 años. Llora porque se ha caído al suelo y se ha raspado en una mano. En realidad es porque está demasiado cansada. Salió de Thailandia hace dos días con sus padres, Valentyna Zalievska y Vitalii Zalievskyi. Pasaron tres meses por cuestiones de trabajo en el país asiático y luego no pudieron regresar a su casa."Venimos con lo puesto. Solo tenemos estas cuatro maletas con algo de ropa de verano y el neceser", bromean. A pesar de las dificultades todavía sacan fuerzas para reírse. Atrás han dejado a su familia y su hogar: "Nuestros padres, nuestros hermanos, nuestros amigos. Ni siquiera hemos podido despedirnos. Decidimos venir a España porque es lo que más lejos está. Sabemos que ya nada será igual. Teníamos un nivel de vida bastante alto: buenos trabajos, un piso, un coche nuevo. Nos había costado mucho conseguir todo eso y ahora tenemos que empezar otra vez desde cero", relatan a Nius. Es lo que más les duele.
"No podemos seguir viajando más", dicen Roxana y Anna, dos treintañeras acompañadas de sus respectivas madres. Conocieron a Luis Miguel Sastre en la estación de tren de Cracovia y él las trajo en una furgoneta. "Yo llevaba unas cajas con ropa y comida. Cuando llegué no había nadie porque se habían llevado a todos los refugiados a Alemania. Dejé mi número de teléfono a una voluntaria y pasé la noche en la calle. Ellas me llamaron por la mañana. Me las traje directas a mi casa donde llevan desde el domingo. Este jueves nos dijeron que tenían que pasar por el hospital Enfermera Isabel Zendal para hacerles una revisión médica. Allí no funciona nada. No se las ha hecho. Ahora nos han dicho que tenían que registrarse aquí para entrar en el programa de Protección Temporal. Es la única manera para que puedan iniciar los trámites. Pero tampoco saben todavía cuál va a ser su destino. Los derivarán a otros centros de Ávila, Guadalajara o Cantabria", explica este madrileño.
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En total 196 ucranianos han llegado este viernes por la mañana al centro de acogida de refugiados de Pozuelo de Alarcón, a bordo de tres autocares. El ministro del Interior, Fernando Grande Marlaska ha visitado las instalaciones. "Nuestro trabajo no es otro que con la agilidad y la eficacia necesaria, respetar y garantizar los derechos de estas personas, que han sido puestos en tela de juicio por esa invasión atroz, y concederles con la mayor brevedad el permiso de protección temporal que conlleva el permiso de residencia y trabajo y la posibilidad de disponer de todos los servicios sociales como educación y sanidad. En una semana ya hemos otorgado mas de 5.800 resoluciones de protección temporal y seguiremos trabajando con la misma firmeza", ha señalado ante los medios de comunicación.
Una nueva vida
Anna era profesora de bachata en Kiev. En sus redes sociales se pueden ver los vídeos que publicaba, bailando en su escuela o en teatros. Roxana es diseñadora de moda. También tiene un perfil en Instagram, que acredita cuánto le ha cambiado la vida en solo dos semanas. Su madre abraza a Luismi -como llaman al hombre que las subió en su furgoneta -:"Nos ha salvado", dice agradecida, mientras sonríe con lágrimas en los ojos.
"Yo vivo en Arroyomolinos. Hice un llamamiento para que los vecinos me dieran ropa, comida, juguetes y cosas que no les sirviesen a ellos pero pudieran valer para otras personas. Llené una furgoneta y me fui hasta Polonia. Allí me puse en contacto con voluntarios. Cuando ellas me llamaron me dijeron que eran cuatro mujeres. Les daba igual ir a Alemania, a Italia o España. No tenían otra cosa que hacer y se aventuraron a venirse conmigo. Me preguntaron que cuánto tiempo era de viaje. Les dije que eran 30 horas, más de 3.000 kilómetros. Al principio se llevaron un susto terrible", cuenta este escritor, que lo hizo de forma completamente altruista. Le han cogido un gran cariño. Por eso si les dejaran elegir, preferirían residir en un futuro en Madrid. Ya les han dicho que podrían separarlas.
Valentyna tenía una academia de idiomas en Odessa. La mayoría de los refugiados ucranianos que han llegado al centro de Pozuelo son familias con niños. "Mi escuela ha tenido que cerrar. Odessa está sitiado y no es un lugar seguro. Estamos intentando contactar con los alumnos para ver cómo se encuentran -lo primero- y luego con la intención de poder seguir estudiando, aunque sea dando clases online lo que queda de curso. Tenemos que seguir adelante, por nuestra hija y por nuestro país, donde hay mucha gente cualificada. Al principio pensábamos que Biden exageraba y que esto no iba a ocurrir, pero ya no sabemos hasta dónde es capaz de llegar Putin", refiere.
De momento les han dicho que podrán pasar la noche en el hotel del que dispone el complejo, edificado como centro de Formación Permanente para Funcionarios de la Seguridad Social y situado junto a la Ciudad de la Imagen. Casi todos tienen la esperanza de regresar pronto a su país. Este éxodo ha sido forzado y no deseado por ninguno.
"Solo queremos legalizar nuestra situación para poder comenzar una nueva vida en España cuanto antes. Yo tengo un contrato con una compañía israelí. Programamos videojuegos para teléfonos móviles. Actualmente podría seguir trabajando en cualquier lugar del mundo, pero necesito una casa, un espacio tranquilo, empadronarnos, gestionar el papeleo y buscar a Masha una escuela infantil privada. Todo lo vamos a pagar. Tenemos recursos. Solo nos falta poder asentarnos en un sitio", comenta Vitalii.
El ministro del Interior afirma que el Ejecutivo está dando una respuesta adecuada y que seguirán empleando los medios necesarios para garantizar los derechos de estos refugiados. "Un grupo de trabajo interministerial se encarga de coordinar y evaluar la situación día a día para poder dar una respuesta adecuada". Enfermeros y médicos militares del Hospital Gómez Ulla se encargarán de vacunar contra el covid a los que todavía no estén inmunizados antes de que continúen su trayectoria.