El aeropuerto de Barajas ha sido testigo de uno de los momentos más importantes de una operación conjunta de la Guardia Civil y el FBI en la que se ha detenido a 31 personas que captaban menores con fines sexuales por internet. La escena es digna de película. Los agentes han arrestado a 31 personas en EEUU y España y han identificado a 145 víctimas, la mayoría niña de entre 8 y 14 años. La mayoría de estas detenciones e identificaciones de menores se han llevado a cabo en Estados Unidos, aunque en España se ha logrado identificar a ocho menores de edad y se ha procedido a la detención de tres personas.

Una de estas detenciones se ha producido en pleno aeropuerto de Barajas. El principal detenido vuelve a España y cuando llega al aeropuerto procedente de un país asiático, la Guardia Civil detiene a este cazador de Getafe. Tiene 35 años, es soltero y vive con sus padres, con un trabajo tecnológico y una dedicación obsesiva a la mal llamada pornografía infantil que no es otra cosa que la explotación infantil; vídeos de abusos sexuales y agresiones de niños y niñas de entre 8 y 14 años. Ante los agentes no duda en reconocerse un pervertido.

Cazó a ocho menores, niñas españolas, a través de internet, y a una americana a la que acosó durante años, desde sus 14 años hasta casi los 18. Le robó todas sus claves, se introdujo en sus redes y se quedó con toda su vida. La manipuló y controló. Diseñó un programa específico para “pescar” la vida virtual de la adolescente, en definitiva le robó la vida y esa manipulación afectará a la americana ya siempre.

Las víctimas eran cazadas en redes abiertas para luego, engañadas, introducirlas en esta plataforma que por fin ha sido cerrada y donde han sido identificadas 145 víctimas. Salas de cine con pases privados, cada menor en una sala, con un público de pedófilos. Las niñas engañadas pensando que a través de la webcam interactuaban con chicos de su edad. El teniente de la Guardia Civil, jefe de la sección de personas de Delitos telemáticos de la UCO, explica que las peticiones iban desde los tocamientos a la escatología, llegando a extremos delirantes. Hace un año cuando comenzaron las investigaciones calificó los vídeos de “aberrantes”. Una vez que las menores era cazadas y visitaban esas salas privadas, actuaban los que ellos llaman loopers encargados de inyectar vídeos y engañar a las víctimas que creían que chateaban con niñas y que jugaban.

El creador de esta plataforma es español también, y en su vivienda de Canarias este genio informático aseguró a los agentes que no sabía para que se utilizaba el chat que él mismo había confeccionado. La plataforma causó mucho revuelo en EEUU, porque Amanda Todd de 15 años, canadiense, se suicidó tras ser acosada. El FBI intervino en la primera fase de esta investigación en la que cayeron 21 cazadores, uno de Alicante que ya ha sido condenado a 180 de prisión. Tenía en su poder cientos de vídeos y produjo al menos 38. Un agente encubierto del FBI fue clave para desmantelar esta organización de depredadores sexuales.