La guerra entre las principales urbes europea por situarse a la cabeza del turismo navideño de iluminación ha estallado. Se trata de una competición en la que siempre han estado representados los grandes países centroeuropeos pero a la que ahora se quieren sumar los municipios españoles aunque ello suponga disparar los presupuestos de exornación. Detrás de esta tendencia está el poderoso turismo de Navidad y la presión comercial de eventos como el 'Black Friday' que cada vez llevan a adelantar en el calendario el encendido de estas gigantes estructuras de reclamo.
En el último informe de la web European Best Christmas Markets 2019, solo Sevilla aparecía en el listado de mejores destinos navideños para 2019 y lo hacía en un modesto decimonoveno puesto solo por delante de Chester, en el Reino Unido. Por delante, la flor y nata de los mercadillos navideños más populares de Europa y del mundo, con permiso de Nueva York.
La clasificación ha sido elaborada por 'European Best Destinations, una organización europea con sede en Bruselas y cuya principal finalidad es promover la cultura y el turismo en Europa. Miles de turistas han escogido sus ciudades favoritas para disfrutar de la Navidad y en los diez primeros puesto de este escalafón están: Tallin (Estonia), Budapest (Hungría), Estrasburgo (Francia), Viena (Austria), Erfurt (Alemania), Poznan (Polonia), Bruselas (Bélgica), Aachen (Alemania), Praga (República checa) y Cluj-Napoca (Rumania).
En juego está el reparto del gran pastel del turismo que no solo beneficia a la hostelería local sino también al comercio en unas fechas de compra regalos y productos típicos, algo por lo que merece la peña apostar.
El primero en ver esta dimensión fue el alcalde de Vigo, Abel Caballero que en la presentación el pasado años puso a todos los regidores en alerta al asegurar: "Encontramos la forma de destapar la botella y que salgan las burbujas en las luces de navidad. Fue un antes y un después". Este año, el encendido se ha adelantado en dos días (tendrá lugar este viernes 22 de noviembre) respecto al de 2018 cuando un discurso, mitad en castellano y mitad en inglés se convirtió en viral gracias también a la innegable capacidad de provocación del regidor vigués que ha llegado a asegurar recientemente en Madrid: "el año pasado el alcalde de Nueva York nos "echó un reto" y le "ganamos por goleada".
Su acertada apuesta supone un incremento de más del 20 % en la elección de Vigo como destino turístico navideño y ello con un presupuesto que afirma cuesta la "vigésima parte" del que se dedica en Madrid. Según sus datos, esta iluminación cuesta a las arcas municipales 800.000 euros, por lo que "somos muy eficientes con muy poquito dinero", al tiempo que presume de que se trata de la operación de atracción del turismo "más notable y con menos recursos que se hizo en el mundo". "Ahora obligamos a todo el mundo, el que no ponga las luces de navidad sus ciudadanos le van a castigar", sentencia.
Con el guante lanzado, Madrid parece haber aceptado el reto aunque Caballero asegure ya lo han perdido "este año ha sido el alcalde de Madrid, José Luis Martínez- Almeida, que "ni siquiera se presentó" y ya está ganada por Vigo "de antemano". Su invitación a los madrileños y al resto de españoles a que "vayan a Vigo y comparen las luces con las que tengan en cualquier lugar", parece estar funcionando.
En Madrid, el ayuntamiento gobernado por el PP y Ciudadanos con el apoyo de VOX no ha querido quedarse atrás en esta carrera y ha disparado el presupuesto en iluminación en casi un 30 por ciento hasta situarlo en por encima de los tres millones de euros.
Andrea Levy, delegada de Cultura del ayuntamiento de la capital aseguraba a finales de septiembre que Madrid tendrá "la Navidad que se merecen" y de la que la ciudadanía se sienta orgullosa "con los valores históricos y culturales que la inspiran", en alusión a las exigencias de sus socios de Vox que han reclamado celebrar "una Navidad sin complejos y con belenes, como Dios manda", atendiendo a la "importancia que tiene para la mayoría de los madrileños la festividad religiosa de la Navidad".
Sevilla y Málaga son otros dos poderosos rivales que no quieren quedarse a la cola de esta carrera pagada con los impuestos de todos los ciudadanos. La capital andaluza ha previsto un desembolso para la iluminación navideña cercana al millón de euros (955.390 euros). Quiere llegar hasta 279 calles y plazas públicas con la exigencia de que se renueven los motivos de las vías principales.
Málaga es otro espejo en el que se miran muchos municipios españoles. Durante las navidades de 2018, recibió un total de 1.179.400 visitas lo que generó un impacto económico en la ciudad de 202,1 millones de euros, según un estudio encargado por el Área de Turismo.
Por eso no es extraño que la capital de la Costa del Sol haya disparado el presupuesto para este año, una inversión que ha servido para enfrentar al Consistorio dirigido por el popular, Francisco de la Torre con la oposición que asegura que la ciudad "gastará 1.600.000 euros en la iluminación navideña de calle Larios, más que lo que ha presupuestado para todo el año en actividades culturales y deportivas en todos los distritos de la ciudad". El Ayuntamiento ha negado estos datos situándolos en 806.211 euros, 132.999 más que el años pasado.
Lo que es cierto es que Málaga ha sabido consolidarse como uno de los destinos navideños más importantes de Europa. El espectáculo visual y de iluminación de la calle Larios, con una bóveda con 2.630 cordones de microled, dos cúpulas y 24 pórticos con ventanas, vidrieras y rosetones que homenajean a la Catedral de Málaga, es ya un icono de las fiestas de toda España.
La carrera también está dejando a municipios importantes como Barcelona en la cuneta. En 208, el Observatorio de los Servicios Urbanos (OSUR), informaba de que Vigo invertía 43 veces más en alumbrado navideño que Barcelona, o lo que es lo mismo la ciudad condal solo destinaba 0,06 euros por habitante frente a los 2,8 euros del municipio pontevedrés, algo que le costó a la capital catalana el calificativo de la gran ciudad más "oscura" de estas navidades.
Para el responsable de OSUR Ramiro Aurín, "apostar por el alumbrado navideño no es una cuestión banal ni confesional". Y opina que Abel Caballero nos muestra "desde su liderazgo en Vigo" que se trata de una inversión "no solo con un impacto directo sobre la actividad turística y comercial sino también, y como mínimo con la misma importancia, sobre la generación de identidad y autoestima ciudadana, que tanto ayuda a la sensación de bienestar colectivo y a la integración social".