Preparan un túnel lateral para llegar hasta Julen
Las horas pasan sin que haya diferencia entre el día y la noche. Durante la madrugada revestían el pozo con tubos para evitar desprendimientos y lograban extraer sesenta centímetros de tierra pero, otra vez, topaban con el mismo problema. Un nuevo tapón impedía seguir extrayendo material de la cavidad. El barro y las rocas han terminado averiando la máquina succionadora. Era el momento de buscar otra vía para llegar hasta Julen y a primera hora de la mañana empiezan a preparar el terreno para la nueva alternativa de rescate. Un túnel lateral de hasta ochenta metros para llegar bajo el tapón de tierra en el que se cree que está el niño de dos años. Una vez cavado los últimos metros habrá que trabajarlos de manera manual para que la maquinaria no altere el pozo en el que se encuentra el menor. Una vez hecho introducirán una cámara y, si dan con el niño, un rescatador llegará hasta él. Trabajo minucioso en una zona donde cada minuto hace más profunda la desesperación.