El primer paso comienza con la hidratación
Es muy importante hidratar el cabello para evitar el encrespamiento, pues un pelo deshidratado utiliza la humedad del ambiente para hidratarse. Debes utilizar un champú y acondicionador específico para las necesidades de tu cabello (fino, grueso, liso, ondulado…) que aporte nutrición y proteínas a la fibra capilar y, al menos una vez a la semana, aplicarte una mascarilla hidratante. Antes del lavado puedes aplicarte aceite de argán. Déjalo actuar unos 5 minutos y luego lávalo con normalidad. Para que el tratamiento sea más eficaz, envuelve tu pelo en film transparente o en una toalla caliente (la puedes meter en el microondas o darle un planchado) y déjala que actúe.
Un poco de agua helada para sellar la cutícula
Si bien es cierto que con el agua caliente se retira mejor la suciedad del pelo, el agua fría está especialmente indicada para dar fortaleza al cabello y además porque al sellar la cutícula se verá más liso y brillante, por eso se recomienda para el último enjuague. Este gesto que en verano puede ser hasta un placer, no es lo más apetecible en invierno, así que un truco es meter agua con hielo en un atomizador y al salir de la ducha rociarla por todo el cabello. Para secarlo es mejor olvidar la toalla y utilizar una camiseta vieja de algodón: empapa más y daña menos el pelo.
El proceso de secado y planchado: un poco de paciencia
No se te ocurra pasarte las planchas con el pelo húmedo. Partiendo de esta regla lo primero que tienes que hacer es desenredarte, aplicar un protector de calor y, con el secador a una distancia de unos 15 o 20 centímetros, retirar toda la humedad. Luego debes dividir el cabello en secciones para comenzar el proceso de planchado. Antes de pasar la plancha por cada mechón aplícale laca de fijación media-baja, el pelo quedará suelto, con brillo y protegido de los agentes externos. Una vez alisado todo el cabello puedes optar por rociar de nuevo laca o aplicar unas gotas de serum previamente cantado entre las palmas de las manos.
Si el día está especialmente húmedo, vas a necesitar un poco de ayuda extra. Alíate con los complementos: un estupendo paraguas y un gorrito, una capucha o un pañuelo son los imprescindibles para que tu pelo se mantenga perfecto durante todo el día, si te cae agua encima ni la laca va a ser capaz de salvar tu peinado.