El truco definitivo para evitar llorar al cortar cebolla: sumergirla en agua helada
La rapidez con el cuchillo también ayuda a contener las lágrimas
Planta hortense, con tallo de seis a ocho decímetros de altura, cuya raíz nace de un bulbo esferoidal, blanco o rojizo, formado por capas tiernas y jugosas, de olor fuerte y sabor más o menos picante.
Hablamos de la cebolla, un alimento demasiado presente en la cocina, que acompaña a cualquier tipo de plato y que a menudo hace llorar a quien la tiene entre sus manos.
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¿Por qué nos hace llorar?
El hecho de que produzca lágrimas entre quienes la manipula se debe a que se compone de esencias volátiles sulfurosas. En el momento en que se atraviesan sus capas con el cuchillo, los compuestos químicos se liberan y al entrar en contacto con el agua -como el líquido lacrimal de los ojos- se convierte en ácido sulfúrico, lo cual nos hace llorar.
Trucos para no derramar lágrimas
El truco más sencillo es dejar enfriar la cebolla. Lo ideal es, antes de cortarla, meterla de unos 30 a 60 minutos en agua helada. De esta manera se la síntesis de la sustancia lacrimógena.
Un cuchillo afilado también es efectivo, así como cortar de forma rápida la cebolla. De esta manera se disminuirá la la liberación de esencias.
Fuente de vitaminas y minerales.
La cebolla es un alimento complementario rico en vitaminas y minerales.
La Federación Española de la Nutrición afirma que la cebolla aporta potasio, vitamina C, flavonoides (antioxidantes con propiedades antiinflamatorias) y distintos compuestos azufrados (responsables de su aroma).
Una ración de cebolla cubre el 48% de las ingestas recomendadas de vitamina C, con propiedades antioxidantes y regenerativas. Esta vitamina es termosensible, por lo que su aporte de vitamina disminuye si la cebolla se consumiese cocinada, según recoge 'eldiariony.com'.