La red de vigilancia volcánica de seguimiento 24 horas del Instituto Geográfico Nacional (IGN) ha localizado durante la noche y hasta las 06.33 horas tres terremotos en la zona afectada por la erupción volcánica en la isla de La Palma, en Cumbre Vieja, ninguno de ellos sentidos por la población que espera ya el momento en el que se decrete el final de la erupción.
La sismicidad continúa en niveles muy bajos en todas las profundidades y el tremor sigue a niveles de ruido de fondo, si bien no descarta que se puedan producir sismos que puedan ser sentidos. El proceso de deformación iniciado el 19 de diciembre ha revertido.
De todos modos, desde el Comité Científico del Pevolca se expone que los datos observables tanto directos en superficie como procedentes de los sistemas de vigilancia continúan mostrando signos de agotamiento del proceso eruptivo, que podría darse por concluido en las próximas horas si se mantiene la tendencia.
Aún así, se matiza, que el final de la erupción no implica el cese de peligros asociados al fenómeno volcánico ni al final de la reactivación magmática en la zona de Cumbre Vieja.
La calidad del aire, por su parte, por décimo día consecutivo, no supera los valores límites en ninguna estación; mientras que la operatividad del aeropuerto en las próximas horas estará sujeta únicamente a las condiciones puramente meteorológicas debido a la ausencia de ceniza volcánica en la troposfera.
El aeropuerto de La Palma realiza el 74% de las operaciones programadas durante la erupción del volcán
Por su parte, hoy se ha conocido que el aeropuerto de La Palma ha realizado el 74 por ciento de las operaciones programadas durante la erupción del volcán, entre el 19 de septiembre y el 15 de diciembre, periodo en el que este episodio se tradujo en la emisión de gases y cenizas, según datos de Aena.
De este modo, de las 2.889 operaciones previstas en estos casi tres meses, se llevaron a cabo 2.130, de tal forma que un 34 por ciento de las cancelaciones se produjo debido al cierre operativo del aeropuerto que provocó la deposición de ceniza volcánica y el otro 66 por ciento al detectar las aerolíneas ceniza en el espacio aéreo.
El aeropuerto de La Palma sólo tuvo que cerrar nueve jornadas y media de las 88 transcurridas desde el inicio de la erupción hasta el cese de la emisión de cenizas.
Si bien, la caída de ceniza volcánica sobre las instalaciones aeroportuarias ha obligado a una labor de limpieza constante en la que se han empleado tanto los medios del propio aeropuerto como los facilitados por otros aeródromos de la red de Aena en Canarias, así como los recursos puestos a disposición por las administraciones de La Palma.