"No sabemos si sobreviviremos al COVID-19, al calor seguro que no", señalan los trabajadores del servicio de atención médica urgente del 061 de Melilla que han advertido que los Equipos de Protección Individual (EPI) están provocándoles problemas de salud con la llegada de las altas temperaturas si no se hace una mejor racionalización de las llamadas de emergencias.
Uno de sus integrantes ha explicado que el viernes uno de sus compañeros "sufrió un síncope debido al fuerte calor y al famoso EPI", el equipo de protección individual, formado por un mono que cubre todo el cuerpo, incluida la cabeza, capucha, dobles guantes, máscara, gafas y botas de plástico, todo con el objetivo de evitar cualquier contaminación. Además, las fuentes del 061 han añadido que desde que llegó el verano "otros compañeros han sufrido golpes de calor, mareos y otras 'lindezas' parecidas".
Piden racionalizar los recursos existentes
Los trabajadores consideran que los trajes de EPI "son inevitables" pero reclaman al personal que atienden las llamadas de las ambulancias "que hagan una mejor selección de las mismas" para evitar que tengan que ir a servicios en los que realmente no es necesario el servicio de atención médica urgente.
"No se trata de poner más ambulancias sino de racionalizar los recursos existentes: las ambulancias no son taxis, ni están para un uñero, unas ronchas o cualquier otra patología parecida. Urge poner soluciones ya. Todavía estamos a tiempo", han reclamado.
En este sentido, han recalcado que, de mantenerse la actual situación, en las que se envían las ambulancias a casi todas las llamadas que se registran al 061, "no sabemos si sobreviviremos al COVID-19, al calor seguro que no, y todavía no han llegado ni julio ni agosto".