El desgaste profesional, conocido como "burn-out" ha sido incorporado en la Clasificación Internacional de Enfermedades de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que se utiliza para establecer tendencias y estadísticas sanitarias. La lista, confeccionada por la OMS, se basa en las conclusiones de expertos médicos de todo el mundo. Fue adoptada por los Estados miembros de la OMS, reunidos desde el 20 de mayo en Ginebra en el marco de la Asamblea Mundial de la organización.
"Es la primera vez" que el desgaste profesional entra en la clasificación, pero en España ya se han dictado sentencias al respecto. El TSJ de Cataluña en sentencia de 20 de enero de 2005 ya diagnosticó este síndrome en una profesora que presentaba un cuadro de años de evolución, que nunca se había relacionado hasta el 2001 con el trabajo, momento en que se valoró el 'burn-out'. La Sala consideró que existía una verdadera conexión entre el agotamiento profesional y la prestación de servicios en circunstancias que alteraban gravemente la autoestima, la dignidad personal, generando ansiedad extrema, sentimientos de incapacidad y culpa. Incluso concluyó que podía ser considerado como ‘accidente de trabajo”, según desvela la web especializada noticiasjuridicas.com. En este se desgranan también otros casos como el de una matrona reconocido por el Juzgado de lo Social 10 de Las Palmas en 2015 y la directora de una fábrica, según dictaminó el TSJ de Andalucía el 1 de junio de 2017.
No solo esos. La web especializada en sentencias jurídicas también desvela un caso analizado por el TSJ Andalucía, el 1 de junio de 2017, se calificó el origen laboral del proceso patológico sufrido por una trabajadora, directora de fábrica. Ésta se veía sometida a un gran estrés laboral, con periodos recurrentes de incapacidad temporal. La empresa no acosaba a la empleada, pero sí se evidenció que este proceso venía derivado del tipo de trabajo que desarrollaba. La empleada trabajaba con "gran responsabilidad", y "quehacer exhaustivo", alargando la jornada y siendo especialmente autoexigente. También el juzgado de lo social de Sevilla, con fecha 22 de abril de 2003, consideró accidente de trabajo el infarto de miocardio sufrido por un médico afectado de síndrome de burn out. Su obsesión por el trabajo, grado de perfección y control fueron las causas del mismo.
El desgaste profesional ha sido descrito por la OMS como "un síndrome resultante de un estrés crónico en el trabajo que no fue gestionado con éxito" y que se caracteriza por tres elementos: "una sensación de agotamiento", "cinismo o sentimientos negativos relacionados con su trabajo" y una "eficacia profesional reducida".
El registro de la OMS precisa que el desgaste profesional "se refiere específicamente a fenómenos relativos al contexto profesional y no debe utilizarse para describir experiencias en otros ámbitos de la vida". La nueva clasificación entrará en vigor el 1 de enero de 2022. El síndrome de desgaste emocional está asociado al estrés crónico en el trabajo, se caracteriza por una despersonalización de las tareas, un desgaste emocional y físico, y bajo rendimiento. Los expertos estiman que afecta al 10% de los trabajadores y, en sus formas más graves, a entre el 2% y el 5%.