La rocambolesca escena tuvo lugar en Bradford, West Yorkshire, Inglaterra, donde al parecer un hombre que habría sido despedido por su jefe por acudir al trabajo bajo los efectos del alcohol decidió tomarse la venganza por su mano a bordo de una excavadora.
Haciendo uso de la maquinaria, el trabajador, despechado, la emprendió primero destrozando un camión y después dirigió la excavadora contra el coche de su jefe, tal como informa Daily Mail.
Tuvieron que ser otros compañeros los que, arriesgándose a sufrir un golpe de la pala, lo bajaron de la cabina como pudieron, no sin antes forcejear con él hasta terminar por reducirle en el suelo.