La última víctima de la contaminación de plástico que afecta a la vida marina es una pequeña tortuga que ha aparecido en una costa del sur de Florida con cientos de trozos de plástico alojados en su tracto intestinal. "Esta tortuga, que cabría en la palma de la mano, había tragado 104 piezas de plástico", denuncia el Gumbo Limbo Nature Center en un post de Facebook junto a una fotografía del animal muerto.
Los científicos llevan tiempo advirtiendo de que cuando el plástico se vierte al océano se descompone en cientos de microplásticos que son devorados por las criaturas marinas. En la temporada de anidación, que se extiende desde agosto hasta noviembre, las tortugas marinas jóvenes acuden a tierra a excavar sus nidos y depositar sus huevos, lo que las hace vulnerables a los peligros adicionales de la contaminación.
"Las pequeñas tortugas que están anidando en las playas necesitan nuestra ayuda. Por desgracia, no todas sobreviven. El cien por cien de las que no lo consiguen tienen plástico en sus vías intestinales", advierte la asociación. "Es un triste recordatorio de que todos debemos hacer nuestra parte para mantener nuestros océanos libres de plástico", añaden.
The Sea Turtle Conservancy estima que más de un millón de animales marinos, incluidos mamíferos, peces, tiburones, tortugas y aves, mueren cada año debido a desechos plásticos en el océano y es probable que haya 100 millones de toneladas de plástico en los océanos de todo el mundo.