Momentos de tensión y angustia en la plaza de toros de Brihuega, en Guadalajara. Cerca de las doce y media de la pasada noche, el último toro de la final del certamen de recortadores Alcarreño de Oro, rompió la puerta grande y se abrió paso por el municipio briocense, bajando por la calle Cadena y finalizando su recorrido en la calle Atienza, donde se le dio muerte, según recoge el diario 'Nueva Alcarria'.
Una vecina del pueblo, en ese momento en la plaza con su hijo menor, recuerda todavía con angustia cómo, de repente, el animal desapareció de la plaza tirando una de las puertas. "No sabíamos dónde estaba y la gente empezó a subir las gradas hacia la zona más alta, pero no era imposible que el toro llegara hasta allí puesto que está comunicado. Lo que más miedo me daba era la gente, el tumulto que se armó y no ver al astado", cuenta.
Pero lo peor, según continúa su relato, vino después, "cuando nos enteramos de que el animal se había escapado y sin ninguna medida de seguridad había paseado por el pueblo recorriendo varias calles hasta que fue abatido. Ahora, me queda una sensación de inseguridad tremenda al pensar que el toro ha estado dando vueltas por el pueblo a sus anchas y por todo lo que podía haber pasado".
Finalmente, dos hombres de 73 y 64 años han resultado heridos por asta de toro. Se trata de dos vecinos que pasaban por allí y que han tenido que ser trasladados al Hospital Universitario de Guadalajara.
Según ha informado a Efe el servicio de urgencias y emergencias 112, a las 0:30 de esta madrugada se ha recibido una llamada desde la plaza de toros de esta localidad alertando de lo ocurrido. Han acudido al lugar una ambulancia de soporte y otra de urgencias así como agentes de la Guardia Civil.