El prestigio de la Justicia española vive horas bajas. Su imagen politizada se ha visto empeorada por el relato de uno de sus peores errores, el juicio por el asesinato de la joven Rocío Wanninkhof, en 1999. El documental 'El caso Wanninkhof-Carabantes' de HBO Max y el análisis de expertos en horario de máxima audiencia este domingo en Telecinco saca a la luz cómo la concatenación de errores policiales y judiciales condenó injustamente a prisión a Dolores Vázquez, una mujer inocente, mientras que el verdadero asesino, Tony Alexander King, seguía en libertad lo que le permitió volver a matar cuatro años más tarde a Sonia Carabantes.
Tony Alexander King era un viejo conocido por la policía británica. Durante años, los investigadores buscaban a un psicópata sexual al que se le atribuían diversas violaciones y que recibió el apodo de 'El estrangulador de Holloway'. En aquella epoca respondía al nombre de Tony Alexander Bromwich.
En 1986, con solo 19 años, Bromwich fue condenado a 10 años de cárcel en el Reino Unido por varias agresiones sexuales en Londres. Tras salir en libertad en 1991, volvió a ser condenado por robar a una mujer a punta de pistola. Salió de la cárcel en 1996 y cambió su nombre legal a Tony Alexander King. En 1997 se mudó con su mujer, Cecilia, al sur de España. En 1999, el año en el que asesinó a Rocío Wanninkhof, se separó de ella. En 2003, cuatro años más tarde asesinó "por accidente", según su testmonio a Sonia Carabantes.
Un accidente fue también lo que permitió que la Policía relacionase ambos crímenes. La noche del 14 de agosto de 2003, Sonia Carabantes desapareció. Había ido a pasar unas horas a la feria, pero su familia denunció que no había vuelta o su casa en la localidad malagueña de Coín.
Tampoco ayudaba que la policía británica le hubiese calificado como "un peligro potencial para las mujeres de España" tras conocer que se había trasladado a la Costa del Sol, según informó La Vanguardia.
A lo largo de todos estos años, el perfil de Tony Alexander King se ha presentado cada vez más claro. Era un psicópata al que el abuso de los esteroides mezclados con alcohol había provocado una impotencia sexual que proyectó con odio y rabia hacia sus víctimas.
Tampoco ayudaba su actitud reservada y tímida que superaba en esas fases de huida de la realidad reconociendo en su entorno sus relaciones con menores o su proximidad con el hampa local.
El final de su huída estaba escondido debajo de las uñas de Sonia Carabantes. Durante de violento forcejeo que está joven mantivo con Tony King para salvar su vida, logró arañarle y su adn quedó intacto debajo de ellas. Los investigadores lo encontraron y obtuvieron el perfil genético de King.
La suerte hizo que al cruzarse su adn con el registrado en una colilla localizada en el lugar del asesinato de Rocío Wanninkhof la coincidencia fuera absoluta. Esta evidencia llevó a su exmujer Cecilia a denunciar ante la policía metropolitana de Londres que la noche del asesinato de Sonia Carabantes, su exmarido fue a verla ensangrentado y lleno de arañazos. Su suerte estaba echada.