Lo ha dicho en declaraciones a los medios tras empezar el juicio a Pardo por un caso de octubre de 2016: la Fiscalía pide para él 70 años de cárcel por presuntamente reincidir aprovechando un permiso penitenciario y secuestrar, violar y apuñalar a una tercera víctima, a la que arrojó por un barranco y la tapó con tierra y hojas pensando que la había matado en Castellbisbal (Barcelona).
Pardo estaba interno en el Centro Penitenciario de Ponent (Lleida) condenado a 26 años de cárcel por una anterior violación a otra mujer en 2002 en una zona boscosa entre Martorell y Castellbisbal, la misma área donde ocurrió la violación de 2016, y tenía un permiso penitenciario de tres días.
"La justicia es culpable de lo que ha ocurrido. La justicia y el sistema penitenciario han permitido que vuelva a salir y que vuelva a atacar", ha lamentado este miércoles su primera víctima, acompañada de una concentración de unas 30 de personas.
Ha añadido que no tendría que haber recibido un permiso penitenciario porque "es un violador violento que lo volverá a hacer".
También ha criticado que Pardo había pedido 13 permisos penitenciarios que le fueron denegados pero que finalmente pudo salir "por presión de la Audiencia Provincial y presiones de Justicia".
"Si en las prisiones no hay suficiente espacio, que busquen otras maneras", ha señalado pidiendo soluciones, y ha afirmado que, en un 70% de los casos, los violadores vuelven a atacar a otras personas.
Además, ha explicado que ella fue la primera mujer a la que Pardo atacó y que, aunque no consiguió agredirla sexualmente, le dio una paliza para intentar meterla en su coche.
"La última víctima está destrozada. Casi la mata. Con Lucía, que fue la segunda, fue terrible. A mi por suerte no llegó a meterme en el coche y no me pudo violar pero casi me mata de una paliza", ha recordado.