Fue víctima de la brutalidad de unos individuos que le quemaron vivos. Su dueña no tenía dinero para sufragar su costoso tratamiento. Gracias a la ayuda desinteresada de mucha gente, Tidus está en tratamiento para poder sobrevivir. Tiene aún mucha piel por cicatrizar y ha recibido la atención incluso de la Unidad de Quemados del Hospital de La Fé. También biólogos especializados en regeneración celular tratan de colaborar con los veterinarios para que la regeneración de la piel sea más rápida. Poco a poco "va a salir de ésta" con morfina, transfusiones de sangre y antibióticos.