En Morón de la Frontera nadie se puede creer que Antonio David, un menor de 15 años dependiente esté muerto. La policía sigue buscándolo sin descanso tras la confesión de la madre, que dijo hacerlo descuartizado y tirado a un contenedor. La tía de la madre ha asegurado que "ella es incapaz de hacerle daño a su niño”.
“Es mentira que lo haya matado, si le hubiese hecho algo al niño, el niño ya habría aparecido ya. Ella es incapaz de hacerle daño a su niño”, ha asegurado en El Programa de Ana Rosa, la tía de la madre del menor desaparecido en Morón de la Frontera.
A todos en el pueblo sevillano le cuesta digerir lo que está sucediendo. Incluso al padre de Antonio David y a la hermana, una joven de 18 años, quienes están convencidos de que está vivo.
Como los vecinos, la tía de la madre, no se pueden creer que esté fallecido. "No he podido dormir en toda la noche pensando en mi niño, mi sobrina y mi hermana Gloria... No sé lo que ha podido pasar, mi hermana estaba ahí cada dos por tres", matiza. "Somos una familia muy unida, cuando nos pasa algo estamos todos muy pendientes", sentencia.
La policía no tiene indicio alguno del crimen confesado por la madre de Antonio David. Es totalmente dependiente y por eso lo buscan a contra reloj por varias provincias. Como ha señalado Joaquín Amills “las horas juegan en contra del chico”.
'El Programa de Ana Rosa' ha podido consultado con fuentes oficiales los detalles de la investigación y en qué momento se perdió la pista al joven. Lo vieron entrar en un hotel en talavera de la Reina con la madre el domingo por la tarde. De madrugada ambos habrían dejado el hotel aprovechando que no hay nadie en recepción.
La madre había viajado hasta Toledo en un coche adaptado con los cristales tintados. De madrugada, la madre se queda sin gasolina en el coche y camina hasta una gasolinera en Segovia. Allí su comportamiento llama la atención y avisan a la Guardia Civil, según informan desde El Programa de Ana Rosa.
Es en ese momento, cuando la mujer cuenta que ha descuartizado y tirado el cadáver de su hijo a la basura. La policía llama a la hija mayor, que confirma que Antonio David es dependiente y que no está en casa porque su madre se lo ha llevado.
Los investigadores están visionando las cámaras de tráfico pero las ventanas tintadas del coche complican su labor.
La madre está en un centro psiquiátrico, dado que padece una enfermedad mental. Los investigadores barajan sacarla de allí para hacer una reconstrucción de los hechos y registrar su vivienda.