Registrado un terremoto de magnitud 4,1 con epicentro en Pruna, Sevilla, sin constancia de daños
Varios vecinos han llamado al 112 para alertar del sismo
No se han comunicado daños personales ni materiales
Las autoridades han recordado los consejos más básicos en caso de vivir un seísmo
Un terremoto de magnitud 4,1 se ha registrado este martes con epicentro al noroeste de la localidad sevillana de Pruna sin que haya hasta el momento constancia de daños personales ni materiales, según informa Emergencias 112 Andalucía, servicio adscrito a la Consejería de la Presidencia, Administración Pública e Interior de la Junta.
El Instituto Geográfico Nacional (IGN) ha alertado al centro de coordinación del seísmo, producido a las 19,43 horas, a una profundidad de un kilómetro y que ha provocado cinco avisos al 112 de vecinos que han notado el temblor en sus casas desde Sevilla capital, Pruna, Coripe, Villanueva de San Juan y desde Olvera, en Cádiz.
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El teléfono único de emergencias europeo ha contactado con los servicios de emergencia limítrofes tanto de Cádiz como de la Sierra Sur de Sevilla y ninguno de ellos ha comunicado, de momento, constancia de daños.
Tras un terremoto como el registrado, desde Emergencias 112 Andalucía se recomienda mantener la calma y cortar cualquier situación de pánico, bulo, rumor o información exagerada.
Consejos para sobrevivir a un terremoto
Durante el seísmo, lo más adecuado es permanecer en el lugar donde uno se encuentra, tanto si se está dentro de un edificio como en la calle, ya que al entrar y salir de los edificios pueden ocurrir accidentes. Dentro de un edificio es necesario buscar estructuras fuertes donde cobijarse, como por ejemplo una mesa o una cama, bajo el dintel de una puerta, junto a un pilar, una pared maestra o en un rincón. Tras la sacudida, se recomienda salir ordenada y paulatinamente de los edificios a través de las escaleras y bajo ningún concepto usar el ascensor para la evacuación.
En el caso de encontrarse en el exterior se aconseja alejarse de cables eléctricos, cornisas, cristales y demás elementos que puedan sufrir roturas o desprendimientos a causa del movimiento.
Si el terremoto sorprende a los ciudadanos en mitad de un viaje en el interior de un vehículo, es necesario pararlo de inmediato donde permita el tráfico y permanecer dentro del mismo hasta que finalice el temblor.
Se debe comprobar que no hay heridos, examinar a los que están alrededor y no olvidar que los heridos graves no deben moverse, a no ser que se tenga conocimiento de cómo hacerlo o en caso de empeoramiento grave o peligro inminente (fuegos, derrumbamientos, etcétera). Hay que comprobar el estado de las conducciones de gas, agua y electricidad, visualmente y por el olor, sin poner a funcionar nada.
Después de una sacudida violenta se debe salir ordenadamente y paulatinamente del edificio que se ocupe. No hay que usar el teléfono a menos que sea para situaciones de urgencia, conectar la radio y seguir las indicaciones de las autoridades u organismos intervinientes a través de los medios de comunicación y cuentas oficiales en redes sociales.