Expuestos al sol, recalentados, los termómetros en las marquesinas pueden llegar a marcar temperaturas extraordinariamente altas que no se corresponden con la realidad. Sobre todo en Sevilla.
Los hosteleros temen que este fallo tecnológico afecte al turismo. Por ello se plantea pedir al ayuntamiento que las marquesinas dejen de dar la temperatura, que den solo la hora.
Las fotos que se hacen a las marquesinas que marcan temperaturas más altas de lo normal, se comparten por las redes y por ello se teme que esto pueda disminuir el número de turistas que van a la ciudad, quienes al ver estas temperaturas pueden preferir irse ala playa.