La borrasca ‘Gloria’ continúa castigando el litoral y el interior del país. En tierras valencianas, de Cataluña o Aragón, siguen las copiosas nevadas que afectan el transporte. En Teruel habían solicitado la intervención de los soldados de la UME, la Unidad Militar de Emergencias, y hoy mismo han comenzado sus trabajos. Preocupan las intensas lluvias que ya se están produciendo y que al caer sobre la nieve, pueden provocar el efecto de nuevas y graves inundaciones.
Decenas de carreteras han sido cortadas, además de cierres de aeropuertos y colegios por las nevadas, la mala mar y las fuertes rachas de viento.
Lo peor del temporal son las al menos cuatro las víctimas mortales que se ha cobrado la borrasca. Se investiga si las causas del fallecimiento de un hombre de 55 años hallado en una zona cercana a un centro comercial de Carcaixent, Valencia, es debido a las condiciones climáticas ya que no se aprecian signos de violencia, lo que sumaría así una quita víctima por la borrasca ‘Gloria’.
La primera víctima mortal de 'Gloria' fue un hombre de 44 años. El varón perdió la vida el domingo por la mañana en el municipio de Aller, en las inmediaciones de la estación invernal de San Isidro (León), tras resultar atropellado por un vehículo. En el momento del impacto, el fallecido estaba poniendo las cadenas para circular sobre la nieve y proseguir viaje.
Por la tarde, otro hombre, de 63 años y vecino de Madrid, murió en Pedro Bernardo (Ávila) por la caída de una teja de su vivienda a causa del viento. El hecho se produjo en el terreno situado junto a la vivienda de su propiedad, donde unos amigos le encontraron tras el aviso dado por la esposa del fallecido, que no se encontraba en la localidad, al ver que no le cogía el teléfono.
Durante la madrugada, una mujer de 54 años falleció en la localidad valenciana de Gandía como consecuencia de una hipotermia. Se trata de una persona sin hogar que vivía, junto a un hombre también indigente, en el entorno del parque de L'Estació.
También en la Comunidad Valenciana, un hombre de unos 70 años murió en Moixent (Valencia), según han confirmado fuentes de la Conselleria de Sanidad, que han apuntado que habrá que esperar a que se practique la autopsia para determinar las causas de la muerte.
Además de los fallecidos, los equipos de rescate se multiplican para localizar a tres personas que permanecen desaparecidas. Se les busca en Morella, Castellón, otro en el torrente de Na Mora, Mallorca y el tercero en Callosa d’En Sarrià, Alicante.
La borrasca Gloria está dejando registros históricos tanto de lluvia como de nieve en toda la Comunidad Valenciana, a la que afecta desde el domingo. Más de 80 centímetros de nieve en Vilafranca o 468,8 litros por metro cuadrado en Beniarrés son algunos de los registros nunca vistos hasta ahora que se han producido estos días
La nieve ha afectado especialmente al norte de Castellón, aunque también se ha dejado sentir en el interior de Valencia y Alicante. El registro más elevado se ha dado en Vilafranca, con 86 centímetros, un dato que supera el récord de 74 que se recogieron en 2017, según datos de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet).
El temporal costero ha afectado particularmente al litoral de Castellón, así como al sur del golfo de Valencia y la zona del Cap de la Nau.
El Ayuntamiento de Cullera solicitará al Gobierno de España la declaración de zona catastrófica ante los daños provocados por el temporal Gloria en el municipio, que han afectado especialmente al litoral, ya que, según han manifestado en un comunicado, "se trata del peor temporal marítimo que se recuerda en décadas".
Los municipios ribereños del Júcar se mantienen en una "tensa espera" por la crecida del caudal del río que se prevé para esta noche. El Júcar se ha salido de su cauce a lo largo de la jornada en puntos como Alberic y el Centro de Coordinación de Emergencias ha activado el Plan Especial frente al riesgo de inundaciones en situación cero.
Desde los consistorios, han hecho llamamientos a los vecinos para que no se acerquen a las zonas más próximas al río y a sus afluentes.
La borrasca 'Gloria' se ha ensañado este martes con el litoral catalán, que ha sufrido la peor tormenta de levante de este siglo, y ha engullido el Delta del Ebro, dejando 43 heridos a lo largo de un episodio que continuará mañana más débil pero con abundantes lluvias en toda Cataluña, especialmente en la mitad norte y este.
En su segundo día, el temporal ha hecho desaparecer innumerables playas bajo el oleaje, que ha llegado a todos los paseos marítimos, en especial los del área metropolitana, que han perdido su ancho de arena, y los de la Costa Brava, donde la espuma del mar se ha colado en las calles de Tossa de Mar.
El aguacero ha hecho estragos también en el Delta del Ebro, donde algunas de sus zonas más sensibles han quedado completamente inundadas por el mar, que ha cubierto 3000 hectáreas de arrozales y ha penetrado 3 kilómetros tierra adentro.
A lo largo del día, las rachas de viento han dejado valores históricos, como los 144,4 kilómetros por hora en la estación de Puig Sesolles, en el Montseny. El temporal mantiene en alerta varias comarcas del norte y sur de Cataluña por riesgo de desbordamiento de ríos, lo que ha llevado a desalojar preventivamente a 40 personas en el municipio gerundense de Hostalric de viviendas cercanas al río Tordera.
Asimismo, las autoridades y responsables de emergencias de Girona pasarán esta noche atentos al caudal del río Onyar, conscientes de la posibilidad de desbordamiento, especialmente a primeras horas de este miércoles.
Según datos del departamento de Educación, más de 120 000 alumnos de primaria y secundaria se han quedado sin clase por el cierre de los centros educativos debido a la nieve, los aguaceros y las alertas de viento, que han hecho suspender también algunas rutas de transporte escolar.
En Barcelona, el oleaje provocado por la borrasca 'Gloria' ha sobrepasado los espigones del Port Olímpic y ha causado el hundimiento de una embarcación amarrada en la zona.
Ante esta situación, el Puerto de Barcelona mantiene su operativa marítima paralizada debido al fuerte oleaje y al viento, que no permiten la salida de navíos de sus instalaciones.