Canarias empieza poco a poco a salir de la parálisis que han provocado el viento, la arena y el fuego. Es uno de los temporales más virulentos que se recuerdan. El tráfico aéreo y marítimo se vieron suspendidos ayer, con más de 800 vuelos afectados. Ya ha reabierto el aeropuerto de Gran Canaria. Hoy se han cancelado las clases en los centros educativos.
Detrás de la densa capa de calima está la playa de Las Canteras, en Gran Canaria. Un filtro naranja que cubre todo el archipiélago y que complica el día a muchos. “ES realmente desagradable, molesto”, dice una vecina. “La respiración se agita un poco”, señala orto hombre.
Las complicaciones también llegan a los aeropuertos, que han estado cerrados durante buena parte del fin de semana. Más de 800 vuelos afectados y caos entre los 45.000 pasajeros, que no sabían qué hacer. “La situación es peor que caótica”, dice una mujer. Otro pasajero señala que lleva más de 18 horas esperando.
Hoy ha reabierto el aeropuerto de Gran Canaria. El de Tenerife Sur está previsto que lo haga a lo largo de la jornada.
A la calima se suma el temporal de viento, que ha sacudido árboles, arrollado palmeras y ha provocado incluso el choque entre dos ferris en el sur de Tenerife.
Sin olvidarnos del tremendo susto en un supermercado, que ha visto como cedía su techo. En una terraza, el techo ha salido por los aires. Las planchas volaron como unos cincuenta metros de altura y vinieron a caer a 70 metros del local.
Son algunas de las cientos de incidencias que han dejado estas rachas de viento que, en la cumbre de Tenerife, han superado los 160 kilómetros por hora y que mantienen a todo el archipiélago en alerta y con las clases suspendidas por el peor temporal de viento y calima de los últimos 40 años.