Entre 2,8 y 3,2 millones de personas siguen teletrabajando en España, según un informe de Grupo Adecco. Sin embargo, cuando se compara el dato puntual del segundo trimestre de 2021 (2,9 millones de teletrabajadores) con el del mismo período del año pasado (trimestre atípico que incluye el confinamiento de la población, que marcó el máximo histórico de 3,55 millones de teletrabajadores), se encuentra una reducción de un 18,4%, motivada sobre todo por el relajamiento de las restricciones y el avance de la vacunación.
Esto mismo (un número relativamente elevado de teletrabajadores cuando se analiza la serie histórica de datos, aunque con un descenso interanual debido que la comparación se realiza con el pico producido por el confinamiento domiciliario) ocurre, con algunos matices, en todas las autonomías, con excepción de Canarias. Esta autonomía es la única que presenta un incremento interanual en la cantidad de teletrabajadores: 3.800 más que hace un año (+3,9%).
El análisis de la variación interanual del segundo trimestre da pistas útiles acerca del mayor o menor grado de implantación del teletrabajo en las diferentes autonomías. En un extremo, la Comunidad de Madrid y Cataluña muestran los descensos más suaves, de un 8,9% y un 13,6%, respectivamente. En cambio, seis autonomías exhiben retrocesos interanuales de al menos el 30%: Cantabria (-38,3%), el País Vasco (-34,9%), Extremadura (-32,6%), Aragón (-31,2%), la Comunidad Valenciana (-30,9%) y Castilla-La Mancha (-30,8%).
Esas variaciones permiten comprender por qué se ha reafirmado el predominio de la Comunidad de Madrid (774.000 teletrabajadores) y de Cataluña (591.700 teletrabajadores) en este campo, concentrando al 47,1% del total de teletrabajadores españoles, frente a un 43,2% hace un año. Si añadimos Andalucía (378.700 teletrabajadores) y la Comunidad Valenciana (253.900), tenemos que las cuatro autonomías con mayor cantidad de teletrabajadores cobijan al 68,9% de este colectivo.
Tras cinco trimestres seguidos con caídas, el empleo a tiempo parcial tiene una fuerte recuperación. En los últimos doce meses se han creado 349.300 empleos de este tipo, un 33% del total. Sin embargo, como este incremento solo ha servido para recuperar pérdidas anteriores, la media móvil de cuatro trimestres de la proporción de ocupados a tiempo parcial en el total de ocupados permanece en el 14,2%, lo mismo que hace un año.
La media nacional (ese 14,2%) queda lejos del 18,6% que es la media de la UE-27 en cuanto a inserción de la jornada parcial, y mucho más, por ejemplo, de países como Alemania (29,1%), Austria (28%), Bélgica (24,2%) y Dinamarca (24,1%).