Asociamos la contaminación del aire con enormes columnas de humos arrojados por las industrias, los coches y las refinerías. Pero los investigadores han descubierto que las actividades domésticas a la contaminación del aire.
La cocción y la limpieza, por ejemplo, generan cantidades significativas de químicos volátiles y partículas en el interior de las casas, que eventualmente escapan a la atmósfera. Es decir, que los productos químicos en el aire que se originan dentro de una casa no permanecen allí: los compuestos orgánicos volátiles (COV) de productos como el champú, el perfume y las soluciones de limpieza finalmente se escapan al exterior y contribuyen a la formación de partículas finas y ozono, lo que constituye una fuente aún mayor de contaminación atmosférica global del aire que los automóviles y camiones.
Según investigadores de la Universidad de Colorado en Boulder, los niveles de calidad del aire interior pueden estar a la par con los de una ciudad con una importante contaminación mientras se producen las actividades domésticas. Por ello, es evidente que las casas necesitan estar bien ventiladas mientras se cocina y se limpia.
"Las casas nunca han sido consideradas como una fuente importante de contaminación del aire exterior y es el momento de comenzar a explorar eso", señala Marina Vance, profesora asistente de ingeniería mecánica en CU Boulder. "Queríamos saber: ¿Cómo las actividades básicas como cocinar y limpiar cambian la química de una casa?".
Vance y sus colegas construyeron una casa desde cero en el campus de la Universidad de Texas Austin, que equiparon con sensores y cámaras. En el transcurso de un mes, los investigadores controlaron la calidad del aire dentro de la casa manufacturada mientras realizaban todo tipo de actividades domésticas, incluida la preparación de una cena de Acción de Gracias a mediados del verano.
Aunque el experimento, llamado HOMEChem, aún no se ha completado, los resultados preliminares sugieren que los hogares pueden ser una fuente importante de contaminación en interiores, como los compuestos orgánicos volátiles (COV).
Incluso las tareas básicas como hervir agua sobre una llama de estufa pueden contribuir a altos niveles de contaminantes del aire y partículas en suspensión, que afectan negativamente nuestra salud. De hecho, las concentraciones en el interior medidas por los investigadores fueron tan altas que los sensores tuvieron que recalibrarse casi inmediatamente después de que comenzó el experimento. "Incluso el simple hecho de hacer tostadas elevó los niveles de partículas mucho más alto de lo esperado", dijo Vance. "Tuvimos que ir ajustando muchos de los instrumentos".
En el futuro, tal vez deberíamos ser tan diligentes sobre la cantidad de electrodomésticos de contaminación y productos de limpieza que generamos como lo somos ahora con las emisiones de nuestros vehículos. "Originalmente hubo escepticismo acerca de si estos productos contribuían realmente o no a la contaminación del aire de manera significativa, pero ya no", explica Joost de Gouw, profesor visitante de CIRES.
Si está buscando una solución rápida y ecológica para la contaminación interior de su hogar, no busque más que las plantas en macetas. Un estudio realizado por el Consejo Nacional de Investigación de Italia encontró que las plantas de interior absorben el dióxido de carbono y liberan oxígeno a través de la fotosíntesis, absorben los contaminantes y los almacenan en el sistema radicular del suelo, y también aumentan la humedad en la habitación al transpirar el vapor de agua a través de sus poros. Los resultados se publicaron en la revista Science.