El confinamiento a causa de la pandemia por coronavirus ha hecho que los coches queden, en gran parte, olvidados por la población. Ante la desescalada, los vehículos requieren ahora mayores cuidados después de tanto tiempo de inactividad. El coche puede no arrancar porque la batería está averiada o puede que la carrocería haya quedado a merced de los pájaros las últimas semanas o días.
Los talleres vuelven a funcionar para el público en general, aunque no a pleno rendimiento, y con cita previa. Como en todos los establecimientos, también existen medidas obligatorias para evitar la propagación de contagios: gel desinfectante a la entrada, aforo limitado, uso de guantes o carteles advirtiendo sobre la importancia de la distancia de seguridad. Los talleres están viendo un incremento de consultas relacionadas con la batería: en numerosas ocasiones acuden a por el coche que se ha quedado 'tirado' y se lo llevan para cambiarle la batería. Es el servicio con más demanda estos días, según los profesionales.
La batería de un coche sigue funcionando auque el vehículo esté apagado. Si se ha comprado desde hace bastante años (cinco son muchos), puede sufrir y acabar descargándose. La recomendación general hasta el momento, ante esta situación de emergencia sanitaria, ha sido encender el coche en alguna ocasión para evitar que el vehículo esté parado durante un largo período.
Las labores de desinfección se realizan en todo tipo de ámbitos. Se sabe que numerosos vehículos de la Policía Nacional están siendo desinfectados con ozono, sin embargo, los profesionales de los talleres apuestan por un sistema de oxígeno ionizado, que elimina el coronavirus. Esta técnica, dicen, es menos agresiva que el ozono y ya se utilizaba antes de la pandemia, sobre todo para higienizar el interior y eliminar los malos olores. Este método permite que los conductores cojan el coche con mayor tranquilidad. Además, numerosos conductores esperan la reapertura de las ITV, por lo que pasarán antes por los talleres para poner sus vehículos a punto.
Otro de los problemas que tienen los coches son los daños en la carrocería. Al estar aparcados tanto tiempo, la mayor parte de los coches quedan a merced de los pájaros. Las 'cacas' son uno de los agentes más agresivos para la pintura, tienen un ácido que se come la laca y que puede incluso levantar la pintura, sobre todo las de las palomas. Los lavaderos de coches están viendo también un incremento de la demanda.
Según los expertos, las manchas que causan los pájaros deben limpiarse en un máximo de 24 horas. Hacerlo después de dos meses puede conllevar no encontrar solución. Lo recomendado es no quitar estas 'cacas' con las llaves del coche, o rascando con una espátula, y llevar el coche a un establecimiento de limpieza profesional. Los lavaderos cuentan con un producto concreto para eliminar todo tipo de suciedad orgánica.
También se puede limpiar con una manguera, con agua a presión, y los restos que queden eliminarlos con un producto alcalino, similar a KH7. Para eliminar las manchas, hay que utilizar los distintos lados del trapo, no solo utilizar uno, ya que puede dañar más la pintura. Para prevenir estas complicaciones, lo mejor es encerar el coche, por ejemplo, para evitar que el ácido penetre tanto, o poner una funda al vehículo, un método más fácil, económico y efectivo.