El Tribunal Supremo ha confirmado la condena del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) que ordenaba la celebración de un nuevo juicio, con jurado, por la muerte de Lucía Garrido, cuyo cadáver fue encontrado en la piscina de su finca, Los Naranjos, en Alhaurín de la Torre en 2008.
Lucía Garrido, de 35 años, murió tras ser atacada por sorpresa cuando llegaba a la finca donde residía junto a su hija. Primero la golpearon, luego la hirieron con un arma blanca y finalmente la arrojaron a la piscina, todavía con vida. La autopsia confirmó que falleció por asfixia.
La Sala de lo Penal ha desestimado los cuatro motivos del recurso de casación interpuesto por la expareja de la víctima, M. A. H., contra la sentencia dictada por el TSJA, según ha informado el Supremo en un comunicado. El alto tribunal andaluz ordenó un nuevo juicio respecto a dos de los cuatro acusados, el exmarido de Garrido y otro enjuiciado como presunto autor material del crimen.
En febrero de 2020, el TSJA anuló las absoluciones de M. A. H., expareja de la víctima, y de A. V. G., que fueron dictadas por un tribunal de jurado de la Audiencia de Málaga y solo mantuvo la de los otros dos acusados, ambos ex guardias civiles.
Además, ordenó que se devolvieran las actuaciones a la Audiencia de Málaga para la celebración de un nuevo juicio con un tribunal de jurado y magistrado presidente diferentes, y que se dictara un nuevo auto de hechos justiciables en el que no aparecieran como acusados las dos personas cuya absolución ordenó el alto tribunal andaluz.
El TSJA tomó la decisión después de detectar un defecto grave de forma, ya que en dos puntos del objeto del veredicto el jurado no alcanzó las mayorías legales para declararlos probados o no probados. Recordó la doctrina inequívoca del Tribunal Supremo que indica que, cuando se trata de hechos desfavorables, se precisan siete votos para declararlos probados y cinco para declararlos no probados.
Este caso había sido archivado en 2008 por falta de pruebas y reabierto en varias ocasiones durante los once años transcurridos desde que se encontró a Lucía Garrido, muerta con golpes en la cabeza y un corte en el cuello, hasta la sentencia del TSJA.