Vitantonio Capotorto, de 27 años, grabó un video diciendo a Costansa Litellini que "iba a algún lugar maravilloso" antes de matarse saltando desde una altura de 13.500 pies. Su esposa, de 25 años, acudió al centro de paracaidismo en DeLand, Florida, y pidió a los empleados que detuvieran a su marido.
Un empleado se lo comunicó por radio al piloto del avión, pero Capotorto ya había saltado. La policía lo buscó por cielo y tierra hasta que encontraron su cuerpo en un campo abierto cerca del aeropuerto municipal de DeLand, informa The Independent.
Los investigadores se enteraron entonces del "inquietante" mensaje final. En el video, Capotorto le dijo a su esposa que iba a saltar de un avión el martes, pero que "no iba a tirar de la cuerda y que iba a ir a algún lugar maravilloso".
El gerente de la empresa de saltos dijo a los medios locales que la esposa de Capotorto llegó "demasiado tarde" para detener el salto. La pareja trabajó en United Parachute Technologies, una empresa que fabrica contenedores para paracaídas.
Capotorto, un ciudadano italiano que vivía en DeLand, era un profesional que había hecho más de 600 saltos antes. Sus perfiles de redes sociales muestran numerosas fotos de él en el aire, a veces con una cámara atada a su cabeza.
Tara Richard, un empleado del centro de paracaidismo, dijo a la policía que "parecía normal" cuando lo vio antes del despegue. "Expresamos nuestra más profunda simpatía por su familia y sus amigos", dijo la empresa en un comunicado.