La Guardia Civil detuvo este lunes por la noche a cuatro sospechosos que podrían estar vinculados con la desaparición de Nuria Ester Escalante, vista por última vez en Ibiza. A pesar de que los agentes no pueden confirmar todavía que exista relación entre la desaparecida y los detenidos, sí expresaron su opinión sobre que su repentina ausencia "no fue de manera voluntaria".
Dos de los detenidos, de ente 40 y 60 años de edad y nacionalidades uruguaya, argentina e italiana y polaca, podrían ser las últimas personas que la alicantina vio antes de desaparecer. Uno de ellos es el propietario del domicilio en el que la mujer se alojaba en su estancia en la isla y el otro, a quien Escalante cedió su equipaje para que lo guardara hasta que ella volviera a buscarlo.
Según declaraciones recogidas por el diario 'Levante' por parte del hijo de la mujer de 52 años, su madre no conocía a ninguna de estos hombres antes de llegar a Ibiza a finales octubre.
Lasa autoridades encontraron las pertenencias de Escalante en su maleta el día 17 de noviembre y fue entonces cuando barajaron por primera vez la hipótesis de que pudo haber sufrido algún tipo de violencia o que pudo ser víctima de un homicidio. Sin embargo, ninguna de estas teorías ha sido probada todavía.
Las detenciones de los sospechosos pudieron llevarse a cabo gracias a los registros realizados por el dispositivo de búsqueda de la Guardia Civil; especialmente el de la vivienda en la que se alojaba en Sant Antoni, así como en descampados y un cámping.
Nuria Ester Escalante fue vista por última vez el 31 de octubre en Ibiza, a donde se había trasladado desde Alicante por una oferta de trabajo. Ahora la investigación del caso está bajo el Juzgado de Instrucción número 4 de Ibiza.
Los familiares de la desaparecida se encuentran a la espera de nuevos avances en la investigación y han reconocido a 'Diario Información' que "se temen lo peor".
Según ha declarado su hijo, que está muy unido a su madre, intuyó que algo no iba bien cuando la mujer dejó de cogerle el teléfono.