La tranquilidad de Puebla de Vícar saltaba por los aires. Los vecinos relatan como se produjeron una gran cantidad de frenazos y gritos, en torno a la una del medio día. Desde la ventana los móviles eran testigos del peor desenlace en la búsqueda de Gabriel. Un joven relata cómo su madre pensaba que eran asuntos de drogas. No querían imaginar lo que estaban viendo con sus propios. Ana Julia, una de sus vecinas, estaba siendo detenida como presunta asesina del pequeño. Otro vecino relata como un policía, después de dar el alto y detener a la mujer, fue al maletero del coche, lo abrió y dijo "confirmado lo tenemos" después de ver que el niño estaba sin vida en su interior. Los agentes se venían abajo. Guardia Civil y Policía se abrazaban entre lloros al ver el desenlace. Rabia e impotencia que también se han adueñado de sus vecinos. En el portal donde vivía Ana Julia con el padre del niño, unos peces sumaban apoyos desde hace días en su búsqueda. Hoy un altar con velas, mantiene viva la memoria del pequeño.