Una mano inocente se introduce en una de las cajas. De ahí saca el nombre de una de las cuatro zonas en las que el ayuntamiento ha dividido Alcalá del Valle. Luego, de una segunda caja extrae un horario que abarca cinco horas. Así, como si de un sorteo de la Champions se tratase, han decidido organizar las visitas a su cementerio en esta localidad gaditana durante lo próximos días 30 y 31. El 1 no, el uno el cementerio estará cerrado.

"Mantener el control allí es muy difícil, porque estos días todo el mundo quiere ir a ver sus difuntos" explica Rafael Aguilera. alcalde de Alcalá del Valle. "Para evitar aglomeraciones decidimos que lo mejor era dividir el pueblo en cuatro zonas, de forma que cada barriada pueda ir en un horario concreto. Esa es la forma que hemos elegido para ponerle limitación al aforo".

Cada zona un horario de mañana o tarde durante los días 30 y 31. Cinco horas, en la que provistos de una tarjeta con el color de su zona podrán acceder un máximo de dos personas por familia. Lo más justo, aseguran, confiar la elección de esos horarios, como han hecho, a la suerte.

"Como todo el mundo quiere poner las flores lo más reciente posible, para que las flores estén vivas, creemos que esto es lo más justo" cuenta el alcalde. "A cada zona le toca un horario en el sorteo y al que le toque le tocó. Intentamos ser lo más imparciales y lo más justos posibles".

Y como el sorteo debe ser trasparente, allá que lo han retransmitido las dos cadenas locales en directo, y la página en Facebook del ayuntamiento.

"Seguimos la misma dinámica de trasparencia que aplicamos en todo", señala Jonathan Moncada, concejal de Comunicación y Participación Ciudadana. "De esta manera no sólo llega a los que viven en Alcalá. Así también podrán enterarse toda la gente que vive fuera y tienen familiares en nuestro cementerio".

Precisamente ellos, los que vuelven al pueblo en estos días, son los únicos que podrán acceder al cementerio en cualquier horario.

"A los que vienen de fuera nos adaptaremos al horario que mejor les convenga", dice Rafael Aguilera. "Sólo tienen que venir aqui y pedir la tarjeta que mejor les convenga".

En la calle, frente al ayuntamiento un vecino sigue el sorteo en su teléfono: "Duele mucho tener sólo cinco horas, pero tiene que ser así, los santos están todo el año".

La mano termina de sacar el último papel. Rojo, amarillo, verde y azul. Cada zona un color. Cada color un horario. Todos los vecinos de Alcalá saben ya cuando podrán llevarles flores a sus difuntos.