Paz y Francisco se han convertido en una familia de acogida para seis vecinos de La Palma que lo han perdido todo por culpa de la erupción del volcán de Cumbre Vieja. Bajo su techo y compartiéndolo tratan de ayudar a aquellos que más lo necesitan en los peores momentos de su vida.
En una casa típica canaria de piedra y madera, seis vecinos de la zona afectada por la lava del volcán han encontrado un sitio en el que refugiarse y un lugar en el que recibir un plato de comida. Paz y Francisco son los propietarios de esta casa que se ha salvado de la erupción y que no han dudado en abrir sus puertas a estos seis afectados, aunque no dudan en recibir a todos aquellos que puedan atender.
Esta gran familia ya se organiza cocinando, recogiendo o limpiando. Todos participan para convertir este tiempo de incertidumbre en una oportunidad para mejorar como personas. El ejemplo de Paz y Francisco es fundamental para ello.
Con las cicatrices y heridas de la pérdida total de lo que poseían, estas personas tratan ahora de aceptar su situación y se preparan ante una incertidumbre a la que nadie es capaz de dar respuesta por el momento: ¿cuándo recuperarán la normalidad arrancada por el volcán?