Aplausos diariamente a las 8 para los sanitarios, taxistas haciendo carreras gratis, jóvenes llevando comida a ancianos y gente necesitada, tintorerías que no cobran a policías y hospitales. Son muchos los ejemplos de solidaridad que estamos viendo estos días en España ante la crisis del Coronavirus.
Nuestro país tiene fama de solidario. Siempre batiendo récords de trasplantes o ayudando en momentos oscuros como el 11M. Pero qué nos lleva a actuar así en estos momentos difíciles. "Nos quitamos esa especie de corsé psicológico que llevamos puestos y nos unimos al grupo y a sus necesidades porque la solidaridad es horizontal y sucede entre personas que aunque no se conozcan se ven y se reconocen como iguales", relata Manuel Armayon, profesor de Estudios de Psicología y Ciencias de la Educación de la Universidad Oberta de Catalunya (UOC).
La empatía se dispara en estas crisis cuando nos ponemos en el lugar de los demás y esto dispara estos gestos. "No depende del sexo ni la edad ni ningún otro condicionante, sino de que aquello que despierta nuestras ganas de ayudar sea algo cercano", declara Guillermo Fouce, presidente y patrono de la Fundación Psicología sin Fronteras.
Además, el miedo a que esa situación nos pueda tocar a nosotros, nos hace mostrarnos más solidarios. "pensamos que lo que le está ocurriendo al otro nos puede pasar a nosotros, y esa reciprocidad es la que nos pone en marcha" y que nos recuerda que "estamos todos juntos y remamos en el mismo sentido", asegura Armayon.
Sin embargo, no todos somos capaces de ser solidarios. Incluso hay algunos que tratan de sacar provecho de estos momentos difíciles, "individuos como los que lanzan las noticias falsas o bulos (fake news) o que tratan de hacer negocio con la situación. Son simplemente malas personas", concluye Armayon.