Las redes sociales son un gran atractivo para los jóvenes pero también un peligro si no se utilizan correctamente. La solución a esto no es prohibir el uso de éstas sino educarles a cómo utilizarlas y detectar peligros cuando se les presente.
La edad mínima para registrarse en una red social la estipula cada red. En España, está entre los 14-16 años. Existen muchos peligros tanto para los adultos como para los menores pero son estos últimos los que sufren más los peligros que hay en las redes sociales.
Ahora, las relaciones entre personas comienzan a través de una pantalla. Las citas surgen tras pocas palabras. Cuando se conoce a alguien por una red social, dedican menos tiempo a comunicarse. Por lo que se pierde la comunicación no verbal. Lo malo de esto es que se desconoce cuántas personas hay al otro lado de la conversación, trayendo a su vez intenciones ocultas y peligrosas.
Aunque cada vez hay más personas que usan éstas plataformas para estos encuentros, también hay personas que son conscientes de la situación: ‘’No tienes ninguna manera de asegurarte que ese tío vaya o no a ser peligroso. Yo no me fiaría de eso y no quedaría con ninguna persona’’ El peligro viene cuando estableces un primer contacto a través de páginas de citas o redes sociales. Por ello se recomienda verse siempre en lugares públicos y avisar a alguien del plan. Existen aplicaciones que autoriza la geolocalización.
El problema no se basa en tener una cita con alguien que no conoces a través de las redes, ya que cada vez más se hace normal esta práctica social; sino en que hay quien quién olvida en qué consisten las relaciones sociales.